De forma inverosímil, la estúpida protagonista se deja la puerta abierta cuando está cayendo un aguacero de cuidado, y no un rato, sino muchísmo tiempo, tanto que entra un malhechor y la viola, y más tarde, en defensa propia, ella lo mata. Pero resulta que después la tipa se lo piensa y de modo absurdo no quiere llamar a la policía para denunciar los hechos. Y sigue tercamente con la misma actitud absurda cuando Charles Bronson se pasa toda la peli intentando que confiese, pero ella erre que erre, negando tanto la violación como la muerte del violador, hasta que al final, cuando entra en juego el asunto de la bolsa y el dinero, parece que su actitud resulta más plausible. Otra cosa que también resulta muy irritante es cuando la protagonista se mete estúpidamente en la boca del lobo y tiene que venir Charles Bronson a salvarla: es que esta tía es lo más cretino y tonto del universo y se merecía palmarla, mira lo que te digo. En fin, hacía tiempo que una peli no me irritaba tanto. Vaya porquería. Lo único bueno son los paisajes y el detalle de la nuez tirada contra un cristal con el que acaba la película.