Un rollo de película, teatral, vacía, noña, cursi, aburrida, ridícula. Con decir que sale un detective que hace seguimientos vestido totalmente de blanco y con un bolso también blanco, ya se ve por donde van los tiros. Aunque pretende tener un toque de comedia, Topol no me ha hecho ni pizca de gracia. Pensaba que sería una joya injustamente olvidada del gran director Carol Reed, pero es una película totalmente mediocre que pretende sumarse tímidamente a la onda "modernilla" y anticonvencional de finales de los sesenta y principios de los setenta. Qué triste que el director de la genial El Tercer Hombre acabara su carrera con una película así.