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España España · Madrid, Jaca
Voto de jaly:
8
Drama Max (Clive Owen) es gay, y por ese motivo es enviado a Dachau, un campo de concentración bajo el régimen nazi. Max trata de negar su sexualidad y consigue una etiqueta amarilla, reservada para los judíos, en lugar de una rosa, la de los homosexuales. En el campo de concentración se enamora de Horst (Lothaire Bluteau), quien con orgullo lleva su etiqueta rosa. (FILMAFFINITY)
2 de julio de 2009
21 de 23 usuarios han encontrado esta crítica útil
Obra de teatro de los años 70, Bent (Desviado), explora el terreno no tan conocido de la persecución a los homosexuales en la Alemania Nazi, así como las diferencias a la hora de sobrellevar y sobrevivir en el Régimen por parte de este colectivo. Bent es así mismo un bellísimo canto de amor y de esperanza en un mundo desolado y devastado por el terror, en el que un homosexual de “vida alegre”, Max (Clive Owen), vive el día a día sin preocupaciones ni ideales, hasta que es enviado al campo de concentración de Dachau, y es humillado y vejado como a todo el que era distinto en esos años, como a todo el que luchaba por unas libertades y unos derechos que iban en contra de los hombres de uniforme, de galones y principios dignos, soldados de unos ideales que decían que limpiarían el mundo, pero que llevaron a la sociedad a un pánico y un exterminio no igualado en eones de años de historia.

Y Max, en el campo de concentración, conoce a Horst (Lothaire Bluteau), un homosexual orgulloso de llevar el triángulo rosa, el distintivo de los “desviados”. Ambos son ordenados a desempeñar una absurda tarea, cargar piedras de un lado a otro, sin interrupción, sin poder hablar, sin poder mirarse, sin poder tocarse. Pero en ese campo de desesperación y hastío, encuentran la forma de mirarse, de hablar, de tocarse, de llegar a amarse; lo que da como resultado una única historia de amor y tres escenas impactantes de pasión y esperanza, con una dramaturgia sublime y un enfoque certero.

El terror está presente en Bent de muchas maneras: en los silencios y los callejones oscuros, en las palizas y actos inhumanos que se llevaron a cabo con cualquier ser, en el absurdo de la tortura constante y sutil de cargar piedras, de un lado a otro, hasta que el frío, la sed, el dolor, derrumbe los cuerpos. Bent no es una película fácil de ver, puede llegar a ser desagradable, pero está tan bien escrita, es tan necesaria y impacta tanto que nadie debería perdérsela.

Aunque el tono general sea en ocasiones demasiado teatral para el cine, cada frase del texto y cada actor está sublime. En el reparto encontramos caras hoy conocidas como Clive Owen, que se adentra en el alma de ese ser que cambia y que ama como nadie a su compañero, y el semidesconocido Lothaire Bluteau, que hace una tensa y dramática interpretación. Y para los curiosos, también están por allí unos fugaces Ian McKellen (que interpretó a Max en teatro), Mick Jagger, Jude Law, Paul Bettany y Rachel Weisz.
jaly
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