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España España · Madrid, Jaca
Voto de jaly:
10
Drama Chiron es un joven afroamericano con una difícil infancia y adolescencia, que crece en una zona conflictiva de Miami. A medida que pasan los años, el joven se descubre a sí mismo intentando sobrevivir en diferentes situaciones. Durante todo ese tiempo, Chiron tendrá que hacer frente a la drogadicción de su madre y al violento ambiente de su colegio y su barrio. (FILMAFFINITY)
17 de febrero de 2017
3 de 5 usuarios han encontrado esta crítica útil
Pienso que no hay nada peor que pueda decirse sobre una película, o sobre cualquier obra artística en realidad, que afirmar que es 'Necesaria'. Sentenciar eso, hace que el espectador pierda su margen sensible de recepción, la cantidad de sentimientos y reacciones posibles de cada uno cuando escuchamos, vemos o asistimos a una historia. Lo necesario nace en la pulsión del artista que se decide a contar esta esta historia, en la necesidad irrefrenable de poner imágenes, colores y palabras a algo, que una vez acabado, habla por sí solo, no necesita dirigir su discurso, porque en el fondo, ese discurso es eminentemente universal.

En Moonlight, la homofobia, la segregación racial, el crack como la droga que más ha diezmado a la población afroamericana pobre... son realidades que planean como sombras oscuras o fluyen como implacables corrientes subterráneas por la niñez, la adolescencia y la juventud de Little (Alex R. Hilbert), Chiron ( Ashton Sanders) y Black (Trevante Rhodes), las tres caras y los tres cuerpos de un mismo hombre que busca, como todos lo hemos hecho, saber su verdadera esencia, conocer su verdadero yo, entender quién es. Moonlight es básicamente la historia de un niño que crece, de cómo afronta el afecto y la falta de él, de como descubre y desarrolla o no su sexualidad, y de cómo el paisaje del mundo en el que vive se refleja en el paisaje de su cuerpo y de su interior.

Moonlight también es una de las películas más sutiles, sensibles y hermosas que ha dado el cine americano últimamente, un estudio de observación de un personaje que sabe ser compasivo sin evitar la crudeza (todo el retrato y devenir de esa madre interpretada como un torbellino de adicción, furia y arrepentimiento por Naomie Harris), pero que también es lírico, simbólico y poético cuando apela a otros momentos de la vida, y a cómo estos nos definen (como ese "padre" que en realidad es Mahershala Ali, tan presente cuando está en pantalla como cuando no lo está, por una majestuosa interpretación de lo esencial, del abstracto e inamovible sentimiento de protección, compasión y entendimiento que representa, irónicamente, al tratarse de un dealer que formalmente sería la aparente figura de destrucción de microcosmos como éste).

Barry Jenkins, director y guionista, hace un trabajo de aparente sencillez y búsqueda de la esencia argumental a la hora de contar esta historia de crecimiento, y tal vez, aprendizaje. Pero ese trabajo sólo es sencillo en apariencia. Ni en la estructura dividida en los tres capítulos de la vida del protagonista, y filmado cada uno de ellos en un tipo de celuloide distinto (Fuji, Agfa y Codac) que evoca a la cronología histórica y plástica de esas tres décadas; ni en el tono y desarrollo de las escenas y los conflictos de los personajes, hay un mínimo interés aleccionador, o una implantación forzosa de emociones para con los espectadores. Jenkins deja que su historia y la vida de este chico fluya, y lo hace en unas localizaciones que respiran autenticidad constante. Apela a lo emotivo y lo sensorial con su música y su fotografía, sin que éstos nunca aplasten a su historia y sus personajes. Pero sobre todo, es la sensibilidad de este creador, y de todos los intérpretes que aquí han participado (Naomie Harris, Mahershala Ali, Janelle Monáe, los tres que interpretan a Chiron, los tres que interpretan a su compañero de viaje, Kevin) lo que confiere a Moonlight incontables momentos de eso tan difícil de explicar que es la magia; momentos que pueden estar en una sola frase, en un sencillo plano, o en toda una secuencia, y que todos juntos, gracias al inmensamente sutil trabajo de sus implicados, se convierten en esta pequeña gran historia sobre lo que significa crecer, amar, descubrirse.
jaly
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