Nunca creí que escribiría algo como esto, pero lo tengo que admitir. Estamos ante la comedia romántica sorpresa de la temporada (o almenos lo que llevamos de ella). Puede que realmente no sea tan buena como me ha parecido, quizás sea porque esperaba un auténtico desastre, pero el disfrute ha sido máximo.

De acuerdo, sigue punto por punto todos los esquemas de cualquier comedia made in hollywood, pero eso no es óbice para reconocer que los sigue de forma original, con gags realmente divertidos y que no se ven forzados. Vale que Drew Barrymore ya huele como típica chica atolondrada y algo loser, pero de buen corazón; vale que Hugh Grant solo tiene dos registros, el de chulazo y el de buena persona, vale que la sobredosis de almíbar y azúcar es considerable; pero que más da si todo esto es orquestado como en esta película.

Porque los defectos ya nombrados, son superados por goleada, por sus vírtudes. Una banda sonora pegadiza y realmente buena, unas actuaciones que identifican claramente cantantes ya conocidos, sin necesidad de nombrarlos y ridiculizarlos, y un ambiente de pop ochentero realmente bién logrado son las mejores bazas de este film.

Este, es el ejemplo a seguir; esta es la demostración palpable de como se puede ser romántico sin ser excesivamente ñoño. Si no lo creen hagan la prueba del algodón: cuando acabe la película se descubriran con una sonrisa en la boca y, probablemente, tarareando alguna de las canciones. A mí me ha pasado. La felicidad ha sido completa.

Lo mejor: Una banda sonora excelente, y que encima no se limita a recoger éxitos de los ochenta sino que és original para el film.
Lo peor: En algunos momentos (pocos) cae en lo de siempre