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España España · Barcelona
Voto de LennyNero:
6
Terror. Intriga Un excéntrico millonario invita a cinco personas a su mansión, donde se dice que se han cometido crímenes. Les ofrece 10.000 dólares por pasar la noche allí, incomunicados, hasta que vuelvan los criados. Los invitados no se conocen entre sí ni tampoco al anfitrión, pero necesitan dinero. En un momento dado, empiezan a ocurrir sucesos extraños en la casa.
17 de enero de 2009
23 de 27 usuarios han encontrado esta crítica útil
La existencia del remake supone, amén del factor económico, una especie de insulto a la inteligencia del espectador (no siempre es así, cierto, pero la gran mayoría de producciones de este tipo confirmarían la afirmación), una forma sutil de decir que, bajo el disfraz de adaptación a los nuevos tiempos, es imposible que el público de hoy sepa captar los códigos por los que se rige el cine clásico.

En el caso de House on haunted hill el proceso de visionado inverso, es decir, primero el remake y después el original, sirve para constatar que ni su nueva adaptación era tan mala, a pesar de sus excesos videocliperos y desmanes argumentales ni el original una obra maestra ni que sea por comparación.

Lo que sí es destacable es el sentido totalmente opuesto de lo que es una producción. Aún buscando la misma clase de terror que obvia una mínima coherencia argumental a favor del susto fácil, sí hay un trabajo más artesanal capaz de reírse de su propia escasez de medios y convertirlo en un arma a su favor. Es evidente que tanto la estética, sea a nivel a nivel meramente decorativo, como el tratamiento de la puesta en escena se configuran a través de una excesiva ingenuidad kitsch que, sorprendentemente, nunca llega a desentonar, entre otras cosas porque su escasez de medios obliga a trabajar estos factores de forma cuidadosa para llegar a crear las sensaciones de angustia y terror (aunque a veces casi da la sensación de asistir a una comedia negra) que las grandes producciones pueden obtener mediante el uso efectos especiales de gran presupuesto.

Este es un clásico producto de serie B, con todos los defectos que ello pueda implicar, pero que sabe combinar de forma sabia el entretenimiento en su versión matineé más desenfadada con una concreción temporal y estilística más que notable. Un cocktail de sustos y risas adornado con el toque elegante de un Vincent Price en estado de gracia , una combinación que por momentos puede resultar risible, pero que ha superado perfectamente el paso del tiempo, posiblemente porque su honestidad naïf es algo que en cine nunca pasa de moda.
LennyNero
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