Cuando una nueva Era de hielo pone en riesgo la supervivencia de la humanidad, aparece frente a la Tierra un Agujero de gusano que conduce a Rhea, un planeta en otra galaxia que puede albergar vida. Esto genera un movimiento migratorio elitista que deja en evidencia el clasismo, la xenofobia y la in-equidad humanas. Siglos después de colonización, los rheanos (habitantes del nuevo planeta) se niegan a que las naves de los terrícolas lleguen a éste. Un terrícola viudo y que ha perdido a su hija, intentará llegar a Rhea a como dé lugar.

Sin duda se basa -descaradamente- en la clásica Interestellar de Christopher Nolan, aunque profundiza un poco más en los conflictos humanos derivados de la xenofobia y el racismo interplanetario. En efecto, se hace llamativo e interesante que nos digan que los rheanos, descendientes de los terrícolas, se muestren reacios a qué éstos últimos lleguen a su planeta, lo que sin duda es una clara referencia a los actuales debates sobre la emigración del tercer mundo hacia Occidente. Además, que el viaje interplanetario sea para unos pocos, también pone sobre la mesa el debate del clasismo y la inequidad económica de las sociedades.

Más allá de esta referencia-denuncia social, que es lo mejor de esta cinta, estamos frente a un producto serie B, con actuaciones muy pobres (especial la terrible actuación de Tala Gouveia) y con carencias técnicas y de originalidad evidentes. Quizá el resultado hubiera sido mejor si profundizan más sobre el planeta Rhea y la sociedad rheana, alejándose un poco de la sombra de Interestellar.

Conclusión: Sci-Fi que se deja ver, eso sí no dejarás de pensar en la obra maestra de C. Nolan.