Me admira que M. Winterbottom, filme películas y sobre todo que alguien las produzca, casi siempre pretenciosas y vacías. Después de algunas experiencias decepcionantes y aburridas decidí pasar de él. Las gracietas de Steve y Rob me parecen insulsas y gratuitas. El motivo de ver este film es el título. "Viaje a Grecia". Durante cincuenta años he viajado a Grecia más de veinte veces y siento fascinación por él país, no sólo por su historia, su arqueología, sino por un paisaje donde la luz del mar y del cielo se transforman en una paleta de verdes y azules, junto a los colores de las ventanas y puertas de las casas contrastando con el blanco de paredes y suelos de mármoles históricos como en Paros. Grecia es la luz y nuestro origen. Todavía a pesar de cruceros de diez pisos y masas de turistas, es posible aislarse y sentir la experiencia de ese origen. Por motivos que no vienen al caso, seguramente no volveré a Grecia, porque ya llegué a Itaka.

Se pueden hacer cientos de films sobre Grecia desde los light como el de Linklater, el Zorba de Cacoyanis, los históricos e incluso los maravillosos de Angelopoulos, libros como los de Durrell, Kazantzakis o Miller o las apasionantes biografías de Schliemann.
Pero despreciar Grecia, mostrando su cocina "internacional", y sus restaurantes de "lujo", sin mostrar nada de la esencia del pais, es decepcionante.

Me parece una estupidez que por snobismo ni siquiera enmarque una ruina de las que visita, a excepción de la gratuita "representación" en Epidauros. El guión es insulso y las pretendidas alusiones culturales son mas snobs y vacías que las omisiones.

La secuencia de las cuevas de Dirou (no se nombran en el film), como acceso al Hades y el encuentro en sueños, con el padre y su pemonición de muerte, es lo único que, nuevamente por motivos que no vienen al caso, a mi me ha interesado, aunque dentro del film es un "pegote", que pretende redimir de forma nuevamente forzada el regreso a Itaka y la muerte.