Paul Schrader trajo a la Sección Oficial de la Seminci del 2013, aunque fuera de concurso, The Canyons, una obra marcada por la experimentación de nuevos métodos de producción y por la mano del guionista Bret Easton Ellis, que os resultara muy conocido si visteis American Psycho. Los resultados quedan a medio camino,lo cual no es demasiado alentador, entre una crónica ácida de la pijotería americana y un mostrar el modus vivendi de los más aventajados ejemplos del capitalismo sin entrañas.

No dudo de la intencionalidad del inconformista y socarrón creador americano, mejor escritor (Taxi Driver, Toro Salvaje....) que director, pero no consigue redondear este trabajo o al menos la fórmula que utiliza no termina de seducir al espectador que, en mi caso, ve interesantes propuestas que no estallan por completo, aunque nos llegue alguna esquirla o fragmento de sarcasmo, vergüenza de pertenecer al mismo género animal de los protagonistas (todos) y asco e impotencia al constatar que el imperio del mal seguirá triunfando porque su ejército está diseñado para rechazar cualquier implante de conciencia.

Lo de los actores en esta película es pura anécdota, y si como dicen eran un poco imbéciles, eso puede haberlos ayudado a interpretarse a si mismos.