Producción de Carlo Ponti que nos traslada al mundo de la mafia siciliana y basada en la novela homónima de Giuseppe Fava, escritor, periodista, dramaturgo, ensayista y guionista italiano, asesinado en 1984 por la Cosa Nostra por su constante empeño en denunciar la presencia de la mafia en la vida italiana, y en particular en las instituciones, Gente di rispetto es una de las últimas películas realizadas por Luigi Zampa.

Lo que más cuenta es lo no dicho, es decir, la invisibilidad de una violencia que siempre está presente de forma espectral, aunque haya, obviamente, algunas repercusiones idolátricas (los tres cadáveres que, durante la película, aparecen con la famosa flor en la boca). Es precisamente esta presencia-ausencia con la que tiene que lidiar la despistada y a la vez tenaz maestra, una joven contra un mundo masculino, arcaico, fundado en una "ética alternativa", no escrita, transmitida exclusivamente a través del azar de la narración oral. Se crea una espesa niebla, un clima de incertidumbre y confusión en el que la protagonista se encuentra flotando hasta el desconcertante epílogo, que la reposiciona completamente como sujeto y la emplaza a tomar una decisión radical.

Llama también la atención la perspectiva de observación que ofrece la película, que es, en última instancia, la del abogado Bellocampo, que observa desde detrás de las ventanas de su hermosa casa (es imposible no sentirse tocado, en este sentido, por las sugerencias hitchcockianas) la vida del pueblo, primero como espectador pasivo, luego como director que dicta las reglas del juego.

Contundente retrato de una parte importante de la sociedad italiana en cuanto a los pequeños pueblos se refiere, repletos de secretos, engaños, odios, hipocresías y rencores incubadas durante años. Se aprovecha la presencia de Jennifer O'Neill, Franco Nero y James Mason. Melancólica banda sonora de Ennio Morricone, especialmente dotada para los instrumentos de mandolina, piano y guitarra.