Tilda Swinton e Idris Elba se marcan un teatro de dos (un two-hander que dicen los guiris) dirigidos por George Miller, autor de Mad Max pero no olvidémoslo también de Babe el cerdito valiente. Miller a veces reniega de CGI y a veces no, en esta toca no y algunas escenas son como un exagerado mundo de Cecil B. DeMille versión videojuego.

Es una "carta de amor" (siempre queda bien esta expresión) a la narratología, o de los narratólogos (Tilda Swinton) a las narraciones (Idris Elba). Aunque los relatos del genio Idris Elba en primera instancia parecen algo banales y aleatorios, diría que esconden algo más que lo que su primera lectura o sus moralejas sobre el amor indican.

Diría que toda la película es un compendio histórico del lugar de las narraciones a lo largo del tiempo, y cómo han sido desplazadas como principal modo de comprender el mundo por tres grandes enemigos: las religiones oficiales monoteístas, un segundo que no he sabido indentificar del todo pero es algo relacionado con la guerra/el miedo/la ignorancia y por último la ciencia. Más o menos.

Añádele una canción bonita y tienes una película un tanto extraña sí, no obra maestra, algo aleatoria, de visuales tendiendo a extravagantes y a pesar de todo consigue superar estos problemas y dejar poso. O dicho de otro modo, pasará por taquillas sin pena ni gloria pero tiene potencial de culto.

Gustará a: narratólogos, Scheherezade, vidrieros
No gustará a: primeros auxilios, turcos, James Clerk Maxwell