Buena película de Abel Ferrara, temprana en su filmografía pero que ya contiene los ingredientes clásicos del autor: pecado, contrición y redención salpicados con buenas dosis de violencia y erotismo.

Matt Rossi (Tom Berenger), boxeador retirado tras matar a un contrincante en el ring, regenta una agencia de strippers con su amigo Nick (Jack Scalia). A medida que se suceden las agresiones a bailarinas, Matt toma conciencia que sólo cesará el problema si él en persona elimina al agresor. Las numerosas escenas de top-less a lo largo y ancho del filme suavizan la dureza de la trama, que por otra parte hoy en día se ve un poco desfasada.

Excelente ambientación de los bajos fondos neoyorquinos y gran inicio de la película a base de escenas de striptease (deliciosa Melanie Griffith) a ritmo de la canción "New York Doll" de David Johansen y Joe Delia.