Haz click aquí para copiar la URL
Voto de glothisman:
8
Intriga. Drama El teniente Daniel Kaffee es un joven y prometedor abogado de la Marina que tiene una excelente reputación. Sus superiores le confían la defensa de dos marines acusados de asesinato. A primera vista, el caso no parece complicado. Pero cuando tenga que vérselas con el Coronel Nathan R. Jessup, Comandante en Jefe de la base de Guantánamo, saldrán a la luz nuevas pistas que harán que el caso adquiera dimensiones insospechadas. (FILMAFFINITY) [+]
20 de agosto de 2011
11 de 13 usuarios han encontrado esta crítica útil
Película de machos vociferantes que se escupen saliva mutuamente en duelos dialécticos sin solución de continuidad. El protagonista es un abogado que, atención ( os aviso porque seguramente nadie se ha dado cuenta aún de este detalle), requiere un bate de baseball para pensar. No importa. Tom cruise es tan chulo y le sienta tan bien el uniforme de marinerito que, por mí, como si reclama una sombrilla playera. Lo que haga falta con tal de que el fiera éste piense. Luego está Jack Nicholson haciendo de supergeneral divino de la muerte que se merienda un pelotón de marines sin pan antes de desayunar, un tío que vive en la frontera de Guantánamo donde la ambigüedad campa a sus anchas y todos los cubanos son pardos. Pues bien, estos dos fenónemos de la naturaleza acaban enfrentados como si se tratara de un caballero de bronce y un caballero de oro. En el camino, entretanto, nos encontramos a Demi Moore que representa a la Diosa Atenea y protesta siempre enérgicamente y a Kiefer Sutherland y a Kevin Bacon que podrían representar, por así decirlo, a los caballeros de acero, es decir, unos tíos muy guapos pero que realmente nadie sabe qué es lo que hacen ni qué pintan en la trama si al final es siempre Seiya el que se los carga a todos.

Tras esta presentación, mucha gente pensará de modo equivocado que esta película es una comedia de las gordas. Error, craso error. Hasta nuestro colega Sines crúpulos afirma que no se la cree ni el tato. Amigo Sines Crúpulos: no sea usted tan mijita y haga honor a su apodo porque lo cierto es que esta película está llena de combates tan épicos que ni Clint Eastwood mascando goma de regaliz a caraperro. Lo que pasa es que usted seguramente es más de Bola de Dragón y por eso no comprende los códigos de honor paramilitares que maneja esta delicia del séptimo arte. Tom Cruise, de hecho, se pasa toda la película intentando alcanzar el séptimo sentido y , al final, no tiene más remedio que elevar su cosmos hasta el infinito para derrotar al patriarca que se ha apoderado del santuario. Porque , amigos, eso es lo que es esta gran película: una lucha fratricida para preservar la libertad y la justicia a este lado del vallado.

Pues eso amigos: peliculón, peliculón de los gordos, tan burra como la saga de las doce casas y casi igual de divertida.
glothisman
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
arrow