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España España · Salamanca
Voto de La Maga:
9
Comedia. Drama. Romance Miles, un divorciado deprimido, aspirante a escritor y apasionado del vino, propone a su viejo amigo Jack, un actor fracasado que está a punto de casarse, hacer un viaje para visitar viñedos y probar vinos antes de su boda. Forman una extraña pareja: Jack es un seductor; Miles, un pesimista. Jack pretende saborear sus últimos días de libertad, Miles sólo aspira a paladear un vino perfecto. Jack se conforma con un Merlot barato, Miles se ... [+]
28 de diciembre de 2006
26 de 30 usuarios han encontrado esta crítica útil
Procedente del panorama independiente norteamericano nos llegó hace algunos años una de las voces más prometedoras. En 1999, Alexander Payne puso el dedo en la llaga del sistema gracias a la ácida comedia Election, en la que unas elecciones de instituto empujaban a Reese Witherspoon y Mathew Broderick a desplegar todas las artimañas inimaginables para conseguir la victoria. Tres años más tarde, en A propósito de Schmidt, Payne ofrecería a Jack Nicholson una de las mejores interpretaciones de su carrera, un personaje desencantado y deprimido, pero entrañable, producto del seguimiento de las reglas establecidas por el conservadurismo tradicional latente en la América profunda. Con su último título, Entre copas (traducción horrorosa del original Sideways), este licenciado en Filología Hispánica por la Universidad de Salamanca, realiza su mejor obra hasta la fecha, y confirma el horizonte de renovación intelectual de corte europeo que se atisba en su país desde hace algún tiempo por culpa del talento y el talante de gente como Paul Thomas Anderson (Magnolia) o Wes Anderson (Los Tenenbaums. Una familia de genios).

A través de los parajes vinícolas de California – a los nostálgicos seguidores de Santa Bárbara y Falcon Crest les sonarán -, asistimos a una road movie de insospechado destino. Lo que se inicia como una divertida y cachonda despedida de soltero se convierte, gracias a un tono tragicómico descarnadamente existencial, y unos diálogos deudores del pesimismo y la inseguridad típicos en Woody Allen, en un bello canto a la verdadera amistad – ésa que no huye de la verdad a pesar de la crítica y no se escaquea durante las malas rachas -, a las imperfecciones y a las segundas oportunidades. Encabezados por un extraordinario y convincente Paul Giamatti (American Splendor), Entre copas asombra por su cercanía y empatía populares, acierta por la elección poco estelar de su reparto – Virginia Madsen también deslumbra –, saca humor y respuestas del perdedor que todos alguna vez hemos sido o sentido, y enaltece el espíritu, pues es posible la recuperación.

Cuando los protagonistas hablan del vino, podían estar haciéndolo de cualquier otro asunto, el fútbol, la astrología, la pintura, la cría de lubinas en piscifactorías… porque de lo que en el fondo hablan, es del paso del tiempo, de su heridas, de la vida, de sus subidas y bajadas, y de la necesidad apremiante de encontrar un lugar en el mundo para no sentir que nada ha merecido la pena. Entre copas debe degustarse como el buen vino, en silencio, con tino, mucha serenidad y buena compañía. Sin duda, su digestión supone la realización de una pequeña joya que muchos ya quisieran hacer con tan solo 16 millones de dólares. ¡A degustarlo!
La Maga
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