Puede parecer frívola y chorra, por su deslavazada factura y el peculiar personaje que la protagoniza, pero es muy divertida e inspirada esta comedia indie que emula claramente en su contenido y trama a la scorsesiana '¡Jo, qué noche!', ya que en ella el pardillo y atolondrado joven protagonista vive una jornada en la que la ley de Murphy parece inventada expresamente para él: si algo le puede salir mal en cada situación vivida, y cruzarse con cuantos más personajes cretinos e impresentables, así será.

El autor de esto, Andre Hyland, se hace un "yo me lo guiso, yo me lo como" con ella, ya que la escribe, la dirige, la protagoniza e ignoro si además la produce, aunque sospecho que también dado los cuatro duros con los que parece estar hecha.

Descubierta en el 'Americana Film Fest', alojado en Filmin (cómo no) en este pandémico año, del que formó parte de su sección oficial hace ya algunas ediciones.

PD: Especialmente significativo y brillante es el episodio del estúpido conductor de Uber, y su acusación de "racismo", tan de hoy en día.