El público cuando va a ver una película suele identificarla más por el protagonista que por el director. Pues bien, con Parker los que saquen su entrada de cine seguro que no saldrán defraudados. Sacarán la entrada para ver una “peli de Jason Stathan”, y eso es literalmente Parker. La hace completamente suya. Además el guión parece escrito específicamente para Jason. El director, Tayoor Hackford, pasa desapercibido. A la mayoría no le resultará conocido, pero pocos podrán decir que nunca han visto una obra suya. Se trata del director de “Oficial y Caballero”, “Contra todo riesgo”, “Cuando me enamoro”, “Eclipse total”, “Pactar con el diablo”, “Prueba de vida” o “Ray”. Una carrera plagada de grandes éxitos comerciales. Parker seguro que no figurará entre sus principales obras, pero deja huella de trabajo sólido y sin fisuras.

Jason Stathan está perfecto en el papel de ladrón duro, sin escrúpulos pero con apego a las normas. Para él, el dinero no lo es todo. Lo importante es cumplir sus reglas, de las que él es el primer esclavo. Y si con ello tiene que arriesgar todo lo que tiene, su vida, la de sus seres queridos, lo hará sin vacilar. Las escenas de acción las borda. Pocos actores hoy en día pueden encajar golpes con tanta naturalidad (por más que algunos de ellos serían capaces de dejar fuera de combate a un oso en la vida real).

Los compañeros-traidores están muy bien escogidos, especialmente el jefe de la banda, Melander, interpretado por Michael Chiklis (La Cosa de Los cuatro fantásticos y el detective Vic Mackey en la serie de televisión The Shield).

Por otro lado Jennifer López es el lastre de la película. Nunca ha sido una buena actriz y aquí lo confirma. Y eso que el papel ya no es el de pizpereta rompecorazones, sino más bien una Jackie Brown latina, separada y con problemas económicos.

Las casi dos horas de película, eso si, pasan rápido. El ritmo está muy bien estudiado y, aunque la historia nos suena demasiado, el espectador permanecerá atento y entretenido. Quizá se echa en falta algo más de gags humorísticos con respecto al resto de las películas cómo “Transporter”, “Cranck”, “Lock and Stock” o la misma “Snatch, cerdos y diamantes”.