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Voto de chechu:
5
8,2
45.351
Cine negro. Intriga. Drama
Comienzos de la Guerra Fría, en Viena, 1947. El norteamericano Holly Martins, un mediocre escritor de novelas del Oeste, llega a la capital austríaca cuando la ciudad está dividida en cuatro zonas ocupadas por los estados aliados de la II Guerra Mundial. Holly va a visitar a Harry Lime, un amigo de la infancia que le ha prometido trabajo. Pero su llegada coincide con el entierro de Harry, que ha muerto atropellado por un coche en plena ... [+]
16 de noviembre de 2009
43 de 66 usuarios han encontrado esta crítica útil
Si hay algo que ha influenciado la histora del cine, ha sido la opinión de los críticos. De esa forma hemos visto encumbradas películas que no pasan de lo normalito y fustigadas películas realmente excepcionales. El tercer hombre pertenece, sin duda, a la primera de esas dos categorías. A pesar de que tiene muchos elementos que la convertirían en una película digna de ver, también presenta unos errores lo suficientemente garrafales como para no merecer ser vista (explicados en el spoiler).
La historia nos cuenta como un hombre llega a Viena con la promesa de trabajo de un amigo suyo. Al llegar, no sólo se encuentra con que han matado a su amigo, sino que ese amigo suyo resulta ser un criminal muy peligroso. Eso provocará sentimientos contradictorios en el personaje y una defensa a ultranza de su amigo que le granjeará problemas.
Lo primero que nos llama la atención en el visionado de este largometraje, es lo equivocado de algunas de las intervenciones de Orson Welles. Cierto es que la escena de la presentación de su personaje y la que se encuadra dentro de la cabida de la noria están encumbradas por los críticos como dos de las mejores escenas del cine, y cierto es que ambas escenas por separado son magníficas; pero ambas escenas no tienen sentido si las enmarcamos en el contexto argumental de la película. El devenir de la película exige que en esas escenas se muestren una serie de emociones que no sólo no se muestran sino que lo mostrado son emociones de corte antagónico. Parte de la culpa de ese despropósito, tal vez sea de la egolatrada del amigo Orson Wells que se empeñó en cambiar el guión de las escenas en las que él participaba.
También es criticable la participación del director y del compositor. El primero por permitir a un actor hacer y deshacer a su antojo, por abusar de planos extravagantes, y por no profundizar en el dilema moral que sufre el protagonista ni en la ambición de Harry. El segundo por componer una banda sonora más propia de una comedia de Woody Allen que de una película policíaca. Tampoco se entiende tan poca desdicha en una sociedad demacrada por una trenebunda y recién acabada guerra.
Por el resto, admirar la interpretación de Alida Valli y Joseph Cotten; a pesar de que el segundo pierda todo el brío dramático cada vez que comparte escena con Orson Welles.
La historia nos cuenta como un hombre llega a Viena con la promesa de trabajo de un amigo suyo. Al llegar, no sólo se encuentra con que han matado a su amigo, sino que ese amigo suyo resulta ser un criminal muy peligroso. Eso provocará sentimientos contradictorios en el personaje y una defensa a ultranza de su amigo que le granjeará problemas.
Lo primero que nos llama la atención en el visionado de este largometraje, es lo equivocado de algunas de las intervenciones de Orson Welles. Cierto es que la escena de la presentación de su personaje y la que se encuadra dentro de la cabida de la noria están encumbradas por los críticos como dos de las mejores escenas del cine, y cierto es que ambas escenas por separado son magníficas; pero ambas escenas no tienen sentido si las enmarcamos en el contexto argumental de la película. El devenir de la película exige que en esas escenas se muestren una serie de emociones que no sólo no se muestran sino que lo mostrado son emociones de corte antagónico. Parte de la culpa de ese despropósito, tal vez sea de la egolatrada del amigo Orson Wells que se empeñó en cambiar el guión de las escenas en las que él participaba.
También es criticable la participación del director y del compositor. El primero por permitir a un actor hacer y deshacer a su antojo, por abusar de planos extravagantes, y por no profundizar en el dilema moral que sufre el protagonista ni en la ambición de Harry. El segundo por componer una banda sonora más propia de una comedia de Woody Allen que de una película policíaca. Tampoco se entiende tan poca desdicha en una sociedad demacrada por una trenebunda y recién acabada guerra.
Por el resto, admirar la interpretación de Alida Valli y Joseph Cotten; a pesar de que el segundo pierda todo el brío dramático cada vez que comparte escena con Orson Welles.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama.
Ver todo
spoiler:
¿Porque las dos escenas principales están mal rodadas?
Escena de la presentación de Harry. Holly está paseando a altas horas de la noche por la calle cuando percibe que alguien le está espiando. Entonces empieza a gritar para que se de a conocer el espía. La persona que está espiandole es Harry, su amigo y a su vez un convicto al que la sociedad le da por muerto. Ante los gritos de Holly, Harry se queda quiero hasta que la luz que enciende una vecina le descubre. Al verse descubrido, pone una expresión picarona como si no le importara que le descubran. Vamos a ver, almas cándidas, un convicto tal vez no le importe que su amigo le descubra pero no que le descubra el vecindario entero. Por tanto ante los gritos de su amigo, lo lógico es haber salido enseguida para evitar que algún vecino indiscreto se preguntara qué escándalo era ese. Si no sale de su escondite es porque tampoco quiere que su amigo le descubra. Por tanto, la expresión de su cara tan vanagloriada por todos los críticos, no tiene absolutamente ningún sentido.
Escena de la noria. Se encuentran Harry y Holly. El segundo está furioso con Harry por lo que se ha enterado y el primero debería de estar aterrado ante la posibilidad de que Holly le entregue a la policía. En ese escenario, cuando es evidente que Holly tiene que sacar toda su rabia contenida y reprocharle a su amigo sus fechorías, nos encontramos que se muestra como un corderito a punto de entrar en el matadero. Situación bastante anómala si se piensa que ese personaje se caracteriza durante toda la película por su impetuosidad. Pero lo más insólito de esa escena viene con la intervención de Harry. Cuando se piensa que éste, va a soltar un discurso en pos de la amistad para convencer a su amigo de que no le entregue; resulta que suelta un soliloquio muy bonito y muy original pero que no tiene absolutamente nada que ver en el contexto de la escena.
Escenas magníficas y con sentido en el contexto de la película:
La del final en la que Holly espera que la chica le diga algo y la chica pasa de largo como si no le conociera.
Harry no quiere que nadie le descubra ya que es un convicto al que se le da por muerto. Por tanto, si hubiera querido que su amigo le descubriera, no se hubiera quedado escondido cuando su amigo empieza a gritar en plena noche. Esos gritos a esas horas de la noche hacen muy plausible que alguien se asomara a ver que ocurre y por tanto descubrirle. Por tanto, si Harry se queda escondido es que
Escena de la presentación de Harry. Holly está paseando a altas horas de la noche por la calle cuando percibe que alguien le está espiando. Entonces empieza a gritar para que se de a conocer el espía. La persona que está espiandole es Harry, su amigo y a su vez un convicto al que la sociedad le da por muerto. Ante los gritos de Holly, Harry se queda quiero hasta que la luz que enciende una vecina le descubre. Al verse descubrido, pone una expresión picarona como si no le importara que le descubran. Vamos a ver, almas cándidas, un convicto tal vez no le importe que su amigo le descubra pero no que le descubra el vecindario entero. Por tanto ante los gritos de su amigo, lo lógico es haber salido enseguida para evitar que algún vecino indiscreto se preguntara qué escándalo era ese. Si no sale de su escondite es porque tampoco quiere que su amigo le descubra. Por tanto, la expresión de su cara tan vanagloriada por todos los críticos, no tiene absolutamente ningún sentido.
Escena de la noria. Se encuentran Harry y Holly. El segundo está furioso con Harry por lo que se ha enterado y el primero debería de estar aterrado ante la posibilidad de que Holly le entregue a la policía. En ese escenario, cuando es evidente que Holly tiene que sacar toda su rabia contenida y reprocharle a su amigo sus fechorías, nos encontramos que se muestra como un corderito a punto de entrar en el matadero. Situación bastante anómala si se piensa que ese personaje se caracteriza durante toda la película por su impetuosidad. Pero lo más insólito de esa escena viene con la intervención de Harry. Cuando se piensa que éste, va a soltar un discurso en pos de la amistad para convencer a su amigo de que no le entregue; resulta que suelta un soliloquio muy bonito y muy original pero que no tiene absolutamente nada que ver en el contexto de la escena.
Escenas magníficas y con sentido en el contexto de la película:
La del final en la que Holly espera que la chica le diga algo y la chica pasa de largo como si no le conociera.
Harry no quiere que nadie le descubra ya que es un convicto al que se le da por muerto. Por tanto, si hubiera querido que su amigo le descubriera, no se hubiera quedado escondido cuando su amigo empieza a gritar en plena noche. Esos gritos a esas horas de la noche hacen muy plausible que alguien se asomara a ver que ocurre y por tanto descubrirle. Por tanto, si Harry se queda escondido es que