El hijo perfecto decide aventurarse lejos de su hogar familiar buscando unos padres que le hagan caso. En su aventura encontrará las más peculiares familias, una malévola conspiración, y un angel guardián.

El argumento sólo es una escusa para mostrar a los más pequeños de la casa una lección que pronto o tarde siempre se termina aprendiendo: más vale pájaro en mano que ciento volando. Norte se siente infravalorado por sus padres por la poca dedicación que le dan, por lo tanto parte en busca de los mejores padres. Sin embargo; no es una búsqueda tan fácil pues por muchos defectos que tengan, no siempre es fácil encontrar algo que sustituya a lo que uno tiene. La realidad es que las cosas que uno tiene no se suelen valorar, y las cosas que otros tienen suelen resultar muy golosas. Esa lectura también se puede aplicar los padres de norte que no valoran y cuidan como es debido a su pequeño.

El guión peca de presentar situaciones exágeradas y esteriotipadas, pero llega a atrapar nuestro corazoncito; también peca de irreal, pero su concepción para el público infantil le permite esa licencia. De los actores, destaca un jovencísimo Elijah Wood y la profundidad de su mirada. El resto de las actuaciones cumplen su cometido.