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Voto de Rodolfo Lasparri:
8
24 de junio de 2013
6 de 6 usuarios han encontrado esta crítica útil
En King of Comedy (99), Stephen Chow, continua con su línea de protagonista perdedor con gran corazón que, salvando las distancias obvias, huele a Chaplin. En esta cinta interpreta a un actor que no sirve ni como extra, lo cuál le sirve para dos cosas; una, mostrar sus registros faciales y niveles interpretativos, y dos, meter un cameo de Jackie Chan que ilumina y simpatiza el momento.
Aquí Chow está en estado de gracia. Si omitimos la rigidez occidental con la que se guían los géneros cinematográficos, encontramos que el hongkonés mezcla a sus anchas (y con dominio de cada uno de los lenguajes) acción, comedia, romance y drama. Dentro del marco paródico donde se encuentra toda su obra, siempre hay espacios donde la película no tiene ninguna gracia. Algunas veces, por simple tontería y otras por la controversia o agresividad a la que nos evoca. Vamos, que mientras aún te ríes le dan una paliza a una prostituta. ¿Cómo sentirse con eso?
En la comedia, y más en la comedia paródica, los personajes suelen presentarse con caracteres muy marcados y claramente distinguibles. Digamos que no existen los grises. El diálogo entre blanco y negro queda claro. Chow en cambio, incluso en medio de la estupidez más absurda presenta personajes con ciertos tonos. Queda como ejemplo máximo el personaje de ella. Presentación sobrecargada y bruta de sus intenciones y poco a poco humanización, mediante pequeños detalles, de la dama de las camelias y el Richard Gere hongkonés. Este momento de colorido y de ciertas tonalidades a los personajes cargan la cinta, en su esencia, de seriedad. Y aquí en casa, si el personaje es profundo, se toma en serio y si se toma en serio, el tema es serio y si el tema es serio, no se hace burla y si se hace burla, mal, caca. Luego, ¿cómo ver esta película?
Salvando las distancias, aconsejo ver las películas de Chow, y en especial ésta, con el mismo prisma con el que miramos las comedias clásicas americanas. Hombres mujeriegos inmaduros o directamente tontos, mujeres florero con carácter, etc. Donde el rol de cada uno sirve de disfraz y escenario para contar historias cómicas y preciosas a la par.
Lo mejor: las imprevisible piernas de ella.
Aquí Chow está en estado de gracia. Si omitimos la rigidez occidental con la que se guían los géneros cinematográficos, encontramos que el hongkonés mezcla a sus anchas (y con dominio de cada uno de los lenguajes) acción, comedia, romance y drama. Dentro del marco paródico donde se encuentra toda su obra, siempre hay espacios donde la película no tiene ninguna gracia. Algunas veces, por simple tontería y otras por la controversia o agresividad a la que nos evoca. Vamos, que mientras aún te ríes le dan una paliza a una prostituta. ¿Cómo sentirse con eso?
En la comedia, y más en la comedia paródica, los personajes suelen presentarse con caracteres muy marcados y claramente distinguibles. Digamos que no existen los grises. El diálogo entre blanco y negro queda claro. Chow en cambio, incluso en medio de la estupidez más absurda presenta personajes con ciertos tonos. Queda como ejemplo máximo el personaje de ella. Presentación sobrecargada y bruta de sus intenciones y poco a poco humanización, mediante pequeños detalles, de la dama de las camelias y el Richard Gere hongkonés. Este momento de colorido y de ciertas tonalidades a los personajes cargan la cinta, en su esencia, de seriedad. Y aquí en casa, si el personaje es profundo, se toma en serio y si se toma en serio, el tema es serio y si el tema es serio, no se hace burla y si se hace burla, mal, caca. Luego, ¿cómo ver esta película?
Salvando las distancias, aconsejo ver las películas de Chow, y en especial ésta, con el mismo prisma con el que miramos las comedias clásicas americanas. Hombres mujeriegos inmaduros o directamente tontos, mujeres florero con carácter, etc. Donde el rol de cada uno sirve de disfraz y escenario para contar historias cómicas y preciosas a la par.
Lo mejor: las imprevisible piernas de ella.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama.
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spoiler:
La controversia está clara, ¿como sentirse al ver un niño gordo desnudo cruzando la pantalla?
Se mire por donde se mire, es buenísimo. Perdonen, pero yo me parto.
Se mire por donde se mire, es buenísimo. Perdonen, pero yo me parto.