Curiosa película bélica, rodada sin apenas medios y a la carrera, en plena Segunda Guerra Mundial, para narrar un hecho histórico que sucedió apenas dos años antes durante la descomposición de Francia ante el avance arrollador alemán en 1940. Un capataz galés se da cuenta de que una importante máquina que puede ser usada con fines bélicos (no me acuerdo para qué) en Francia puede caer en manos de los alemanes. Se ofrece voluntario para ir (no es asignado a la misión como dicen en el resumen de filmaffinity) y se planta él solo atravesando un país en plena invasión, sin hablar ni papa de francés (al menos en la versión doblada en que vi esta película no se planteaba este problema) y se lleva la máquina de vuelta a Inglaterra (¿ no le hubiera sido más fácil destruir la máquina para evitar que cayera en manos alemanas?).

Como se hizo con pocos medios la película tiene pocas escenas bélicas y se indaga muy poco en los personajes, más allá de la flema y del sentido del deber del protagonista. Se mete con calzador el papel de la chica norteamericana y los dos soldados en retirada a los que convence el protagonista para que le ayuden. El añadido posterior de los peculiares pasajeros en el camión, ver spoiler, solo sirve para resaltar lo bueno que son los ingleses y los pérfidos que son los alemanes. Y es una pena que no se haya profundizado más en el papel del protagonista, ya que bien llevada esta historia podría tener ecos de una tragedia griega.

La moraleja de la película es clara: La guerra la ganan hombres ordinarios que cumplen más allá del deber.

Por último, recuerdo que el título de esta película sí tuvo traducción al español: "El capataz marchó a Francia".