Hay películas que son más importantes por los recuerdos que producen que por su valor cinematográfico. "Infierno verde" es para mí el mejor ejemplo de por qué amo el cine. La vi hace la friolera de treinta años en "primera sesión" de TVE. El blanco y negro, la selva que si ahora la volviese a ver seguro que chirriaría como de cartón piedra, los feroces nativos acechando en los árboles,etc. Pero sobre todo la belleza de Joan Bennett: la primera vez que me interesé por el sexo contrario debió de ser cuando en esta película Joan Bennett se hace un vestido de lo más sexy con el follaje de la selva y aparece deslumbrante a la vista de Douglas Fairbanks y de George Sanders. Encima de regreso en la civilización nos enteramos que es profesora de colegio, el sueño erótico de muchos de nosotros..

Fantasías aparte, la película tiene el regusto de los clásicos de aventuras de los años 40: escenarios exóticos, tesoros perdidos, peligros en cada escena, romances por encima de todas las adversidades y, sí, ¡Joan Bennett!

Spielberg se pudo inspirar en esta película para su cuarta parte de Indiana Jones pero no contaba con ¡Joan Bennet!