Un hombre de mediana edad contrata a una compañía de actores para que finjan ante él ser su familia el día de su cumpleaños. La irrupción de una atractiva joven en la casa dará una vuelta de tuerca a la situación.

Tras el cortometraje "Sirenas", Fernando León de Aranoa debuta en el campo del largo con esta originalísima reflexión sobre la soledad, traducida por el gran Juan Luis Galiardo al frente de un competente reparto. En un único escenario y a lo largo de un día, realidad y ficción se confundirán continuamente, haciendo de la ambigüedad la verdadera esencia del film. El violín de Stéphane Grapelli remata la función.



"Desde luego, es mucho mejor estar mal acompañado que solo. Y los que dicen lo contrario es que nunca han estado solos."