Como en Juego de tronos, Cersei anduvo su camino de la vergüenza, así debería hacerlo el director y purgar este despropósito. Nada tiene sentido, nada se justifica: las relaciones de los personajes, el propio mensaje de la obra... nada. Todo se pierde cuando te atreves a meter las manos en un texto, de alguien que es universal por méritos propios, sin tener siquiera la precaución (ni el respeto) de lavártelas antes, dejando así una caricatura del original, en el que nada queda claro, ni la historia de Lorca, ni la propuesta del director, por llamarla generosamente de alguna manera.
Ni el guión, ni la interpretación (falsa, sobreactuada en general en todos, con gestos y muecas más propios de una función de colegio de fin de curso), ni el vestuario, ni la puesta en escena (absurda y arbitraria), ni esos cambios metidos con calzador (absurdos e inverosímiles)... no encuentro nada que pueda salvar de esta vergüenza.
Lo más parecido a buscar la tumba de Lorca, sacar sus restos, mearse encima y volverlos a enterrar. Eso es esta "película", una fantochada pretenciosa, pomposa y pedante, de un pseudointelectual que va de mega-guays.
Dos horas perdidas en la vida. No lo dudes, coge mejor el libro y lo lees. O busca aquella magnífica versión que sí supo hacer Mario Camus y luego si quieres, compara.
¡VERGÜENZA!