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España España · Torre del Compte
Voto de alberto:
3
Comedia. Romance Cuatro historias independientes con un escenario común: la ciudad de Roma. En la primera, un matrimonio americano (Woody Allen y Judy Davis) viaja a italia para conocer a la familia del prometido de su hija (Alison Pill). En la segunda, un italiano (Roberto Benigni) se hace famoso sin motivo de la noche a la mañana. En la tercera, un arquitecto californiano (Alec Baldwin) visita Roma con sus amigos donde conoce a un estudiante (Jesse ... [+]
24 de enero de 2013
11 de 13 usuarios han encontrado esta crítica útil
Lo siento en el alma, Woody Allen ha sido uno de mis directores preferidos, pero últimamente no acaba de levantar cabeza. Parece que el anciano realizador judío, vulnerable, adicto al psicoanálisis, neurótico y ladino mago del diálogo irónico y usuario de un humor inteligente y vitriólico que siempre deja encantado al espectador, no acaba de encontrar su pulso habitual, enfangado en películas que parecen de encargo y de carácter "alimenticio". Como dice uno de los personajes al arquitecto-augur encarnado por el pocas veces no satisfactorio Alec Baldwin, "está claro que te has vendido".

Como en "Vicki Cristina Barcelona", en menor medida que "Midnigth in Paris", el recurso postalístico dedicado a una ciudad determinada (donde Allen ha sido agasajado y que, seguramente, correrá con parte de los gastos de producción de la película) hace agua en esta dedicada a Roma con el tópico a toda marcha (empezando por el inicio y el final con el "Volare" como tema musical y el cicerone a la manera felliniana haciendo de maestro de ceremonias) y un guion coral irregular que no complace de ninguna manera.

Woody vuelve a pinchar con esta Roma suya que trata de emular a Fellini y se queda en un pastiche de turista poco exigente, conforme con apuntar escenarios y personajes de lo más tópico (el de Roberto Benigni es de verguenza ajena, lo lamento por un intérprete como ese, cuya comicidad queda desvirtuada por un guión de sonrojo). Incluso el papel que se reserva Allen es de un esquematismo lamentable, apenas si Woody sabe representarse a sí mismo.

Infidelidades sin profundidad, personajes planos que transitan entre aspavientos por la película, enredos de alcoba a la italiana que han perdido el toque "Lubitsch" y la frescura que alguna vez tuvo Allen (ver "Manhattan", "Annie Hall" o "Maridos y mujeres"), desencanto y tristeza crepuscular (visibles en Baldwim, trasunto filosófico de Allen), integran una película olvidable y que hace desear que el otrora genial director cuelgue la batura si no es capaz de hacer algo mejor.

Los guiños contenidos en "Annie Hall" o en "Recuerdos" a los filmes de Fellini no deberían haberse "relacionado" con esta "Roma" que parece una burla involuntaria de anécdotas de la felliniana "El jeque blanco" (la pareja de recién casados que llega a Roma y la fama absurda e instantánea de la viuda que ignora que lo es, aquí evocada por la farsa que protagoniza Benigni). Y si a eso unimos la guasa surrealista del cantante de opera que solo funciona cuando está bajo la ducha, el resultado es un conjunto lamentable. Ojalá alguien le diga a Woody que se siente, pare y reflexione. Destacar a Baldwin y a Ellen Page como unicos actores con cierto tono "Allen", un aprobado raspado a los demás, incluida nuestra Penélope Cruz, totalmente desperdiciada en su papel de prostituta.
alberto
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