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Voto de Tony Montana:
7
6,9
7.963
Drama
Inglaterra, años 60/70. En clave de humor negro, se narra la polémica historia de los fatales 44 días de Brian Clough como entrenador del Leeds United, el equipo de fútbol campeón en ese momento. Gracias al anterior entrenador, Don Revie, rival de Brian, el club había vivido el período de más éxito de toda su historia, pero a costa de practicar un fútbol agresivo, poco vistoso y, por consiguiente, incompatible con el espíritu deportivo ... [+]
3 de octubre de 2009
36 de 38 usuarios han encontrado esta crítica útil
Recuerdo perfectamente una tarde de sábado, en la que el Leeds United de Anthony Yeboah goleó en casa al siempre humilde Wimbledon, y luego fui a la librería que estaba al lado de mi casa. Allí vi un librito de bolsillo titulado Los 20 clubes más grandes de Europa, y me lo compré. Ojeándolo de camino a casa, veía cómo hablaban de todos los monstruos del deporte: Real Madrid, Bayern Munich, Barcelona, Milán, Inter, Juventus, Liverpool... hasta que me paré en uno que ni me sonaba: Nottingham Forest. Empiezo a leer su ficha y lo primero que me llama la atención es lo que dice en sus títulos: dos Copas de Europa ganadas en dos años consecutivos en manos de su entrenador más legendario, Brian Clough, a pesar de ser un equipo sin tradición alguna de grande, y que desde ese momento se convirtió en una de las grandes escuadras del fútbol inglés. Icono del fútbol británico durante dos décadas, era conocida su relación de odio absoluto con Don Revie, maestro de la vieja escuela del fútbol británico. Este es el punto de partida de The Damned United, en la que Peter Morgan vuelve a diseccionar algo que parece obsesionarle de forma enfermiza: el poder y la ambición desmedida, tomando un patrón parecido a su magnífico trabajo en Frost/Nixon, la confrontación entre dos personalidades de fuerte carácter unidas contra su voluntad por un destino juguetón (las bolas del sorteo de la FA Cup).
Y es que, si nos detenemos a analizar las figuras construidas por este solvente guionista en sus anteriores films, podemos formar una trilogía sobre protagonistas a la sombra del poder. Tanto en The Queen como en la citada revisión de la entrevista al más polémico presidente americano hasta Bush comparten con The Damned United el protagonismo de un personaje sometido a otro: tanto Isabel II a la mayor popularidad de la siempre cargante Lady Di al David Frost incapaz de domar el poderío del flebítico Nixon son primos hermanos de este Brian Clough de ecos shakesperianos, quien siempre intentó superar ese muro que fue el brillante trabajo de Don Revie en el Leeds United por un desprecio que le hizo cuando se enfrentaron y Clough entrenaba al modesto Derby County. Nos enfrentamos a la clásica historia de ascenso y caída de un personaje al que podríamos calificar de magnicida (por su intento de destronar a Revie): egocéntrico, maniático, obsesivo, y prepotente. Brian Clough es más parecido a un gangster coppoliano o walshiano extraídos a su vez de los modelos shakespirianos de la épica y la traición y posterior caída que el clásico entrenador de fútbol de un equipito inglés: gran cerebro, manipulador, frío, y con un gran consejero. Descrito con precisión milimétrica, Morgan opta por desarrollar esto a través de su relación con su mejor amigo y casi hermano, Peter Taylor, aquel que le aconsejaba en los fichajes y del que muchos sospechan que fue quien realmente construyó la grandeza de los equipos entrenados por Clough.
Y es que, si nos detenemos a analizar las figuras construidas por este solvente guionista en sus anteriores films, podemos formar una trilogía sobre protagonistas a la sombra del poder. Tanto en The Queen como en la citada revisión de la entrevista al más polémico presidente americano hasta Bush comparten con The Damned United el protagonismo de un personaje sometido a otro: tanto Isabel II a la mayor popularidad de la siempre cargante Lady Di al David Frost incapaz de domar el poderío del flebítico Nixon son primos hermanos de este Brian Clough de ecos shakesperianos, quien siempre intentó superar ese muro que fue el brillante trabajo de Don Revie en el Leeds United por un desprecio que le hizo cuando se enfrentaron y Clough entrenaba al modesto Derby County. Nos enfrentamos a la clásica historia de ascenso y caída de un personaje al que podríamos calificar de magnicida (por su intento de destronar a Revie): egocéntrico, maniático, obsesivo, y prepotente. Brian Clough es más parecido a un gangster coppoliano o walshiano extraídos a su vez de los modelos shakespirianos de la épica y la traición y posterior caída que el clásico entrenador de fútbol de un equipito inglés: gran cerebro, manipulador, frío, y con un gran consejero. Descrito con precisión milimétrica, Morgan opta por desarrollar esto a través de su relación con su mejor amigo y casi hermano, Peter Taylor, aquel que le aconsejaba en los fichajes y del que muchos sospechan que fue quien realmente construyó la grandeza de los equipos entrenados por Clough.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama.
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spoiler:
La relación simbioide entre ambos es planteada casi como la amistad de dos adolescentes enamorados que cuchichean y critican al profesor (el presidente), que se llaman por teléfono mientras comen y sus respectivas mujeres les echan la bronca porque la comida se les enfría, dos tontorrones obsesionados por el fútbol y que no pueden vivir el uno sin el otro. Infantil y caprichoso, su inmadurez proviene de su obsesión por su enemigo, llegando a sacrificar el partido más importante de la historia del Derby ante la Juventus por ganar al Leeds de Revie. Hooper opta por ensombrecer la visión del míster más aún, dejándole abandonado tras pelearse con medio mundo del fútbol, con Longsam, su presidente, y con Peter Taylor, su inseparable Sancho Panza de sus quijotescas aventuras por esos campos embarrados de la Inglaterra más profunda. Todo por su gangsteriano intento de suplantar a su enemigo y ponerse en sus zapatos, obviamente, fracasando. No se trata por tanto de dar un mensaje moralizante, si no de hablar de una cualidad que cada día está más ausente en el mundo del fútbol: lealtad.
Y es que The Damned United es también el retrato más acertado del mundo del fútbol, el nerviosismo de contemplar un partido, la incertidumbre del entrenador ante el resultado, la presión de la grada, el vértigo del futbolista en el vestuario y los pasillos al saltar al campo, y una visión romántica de esa idea primigenia de este deporte, ya perdida salvo para algunos: ganar por encima de cualquier cosa. Revie y Clough, Clough y Revie, dos estilos tan dispares para un único fin: levantar títulos. La película plantea, de forma muy indirecta, el debate de cómo era el fútbol antes de la dichosa llegada del dinero. El presidente del Derby es presentado como el clásico Florentino Pérez de provincias, ajeno al trato humano, provocando la clásica lucha de egos que termina con la ruptura y derrota de ambas partes. A pesar de mostrar una visión nada condescendiente de Clough, es clara la posición que toma el director: el club es una familia y entrenador es como un padre encargado del bienestar de sus hijos. Retrata mejor que nadie la soledad del entrenador en los malos momentos. Brilla el retrato en la tesitura de hundir al entrenador exitoso mostrando con gran pericia la montaña rusa que es el fútbol. Clough destruye sus principios al ser elegido por los dirigentes del Leeds como un proyecto seguro y finalmente es incapaz de entrar en los dominios de otro, siendo despedido y llevándose por ello un dineral y, como el hijo pródigo, la capacidad de reconocer sus errores y refugiarse junto al hombre con el que hizo leyenda, Peter Taylor.
Y es que The Damned United es también el retrato más acertado del mundo del fútbol, el nerviosismo de contemplar un partido, la incertidumbre del entrenador ante el resultado, la presión de la grada, el vértigo del futbolista en el vestuario y los pasillos al saltar al campo, y una visión romántica de esa idea primigenia de este deporte, ya perdida salvo para algunos: ganar por encima de cualquier cosa. Revie y Clough, Clough y Revie, dos estilos tan dispares para un único fin: levantar títulos. La película plantea, de forma muy indirecta, el debate de cómo era el fútbol antes de la dichosa llegada del dinero. El presidente del Derby es presentado como el clásico Florentino Pérez de provincias, ajeno al trato humano, provocando la clásica lucha de egos que termina con la ruptura y derrota de ambas partes. A pesar de mostrar una visión nada condescendiente de Clough, es clara la posición que toma el director: el club es una familia y entrenador es como un padre encargado del bienestar de sus hijos. Retrata mejor que nadie la soledad del entrenador en los malos momentos. Brilla el retrato en la tesitura de hundir al entrenador exitoso mostrando con gran pericia la montaña rusa que es el fútbol. Clough destruye sus principios al ser elegido por los dirigentes del Leeds como un proyecto seguro y finalmente es incapaz de entrar en los dominios de otro, siendo despedido y llevándose por ello un dineral y, como el hijo pródigo, la capacidad de reconocer sus errores y refugiarse junto al hombre con el que hizo leyenda, Peter Taylor.