Película conformada por un prólogo, tres historias independientes y un epílogo, como ya habíamos visto en las clásicas "Creepshow" o en "En los límites de la realidad", como ejemplos más conocidos. Las dos primeras historias corren a cargo del maestro del terror, Carpenter, y la tecera de la mano de Tobe Hooper, cuya fama en el género viene dada principalmente por las famosas "La matanza de Texas" y "Poltegeist".

La primera historia, "Gas station", quizá es la menos original y, sin embargo, la más destacable, donde se demuestra la categoría del director a la hora de mostrarnos algo ya visto y sin embargo mantenernos en tensión. Narra las desventuras de una mujer en su primera noche de trabajo en una solitaria gasolinera.

En segundo lugar "Hair", que nos relata la preocupación de un hombre por su calvicie, el cual decide someterse a un nuevo y revolucionario tratamiento que desemboca en unos extraños efectos secundarios. Realmente no es un cuento terrorífico, sino una comedieta fantástica que simplemente consigue entretener.

Por último, "Eye", protagonizada por Mark Hamill (si, aquel famoso jovenzuelo de "Star Wars" que no sabíamos muy bien por donde anduvo después de aquella exitosa trilogía), donde él es un deportista que pierde un ojo y le trasplantan el de otra persona y comienza a tener visiones y trastornos peligrosos. Personalmente es la que menos me ha gustado, no porque sea mala, más bien por como ha sido llevada por el director. Las comparaciones son odiosas...

Como curiosidad, el protagonista del prólogo y epílogo es el propio Carpenter, y durante toda la película se pueden ver cameos de importantes directores del cine de terror, como el propio Tobe Hooper, Sam Raimi ("Evil Dead"), Roger Corman ("El cuervo") y Wes Craven ("Pesadilla en Elm Street", "Scream").