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España España · Gijón
Voto de daCapo78:
5
Western. Acción. Terror Una banda formada por Barney, Oaks, cinco mexicanos y unos cuantos norteamericanos se ha apoderado de un gran cargamento de oro. Pero la ambición hace que Oaks y los norteamericanos maten a Barney y a los mexicanos. Sin embargo Barney no muere; la bala es detenida por la bolsita de oro que llevaba. Con ese oro, decide fabricar balas que luego usará contra todos los que le traicionaron. (FILMAFFINITY)
11 de septiembre de 2011
7 de 7 usuarios han encontrado esta crítica útil
Un grupo de bandidos le dan el palo a un cowboy del ejército haciéndose con el importante cargamento de oro que este transportaba. A la hora de repartir el botín, una parte de los bandidos decide deshacerse del resto acribillándolos en el desierto. Ambas acciones se desarrollan de un modo tan rastrero, que no puede considerarse mas que justicia divina que los traidores recalen en su huida en un pueblo que bien podría considerarse la antesala del infierno.

El momento que ilustra la llegada de los incautos al pueblo y su progresivo “acongojamiento” mientras asisten a lo que parecen escenas de violencia doméstica y maltrato infantil de lo mas cotidianas, ya advierte de que nos encontramos en un pueblo bastante mas podrido de lo que suele ser habitual incluso para los cánones del espagueti western (para aumentar la sordidez del momento, Questi recurre incluso a un plano de un erizo cojo…!!!)

Estos y otros apuntes en esa línea malsana y enferma (más tarde aparecerán las insinuaciones de sodomía, incesto, abusos a menores y escenas abiertamente sádicas hasta llegar a extremos desagradables, entre las que se incluyen animales masacrados y rasurado de cabelleras al mas puro estilo ”2000 Maníacos”) son sin duda lo mas destacable de la película, y junto con algunos pasajes que no habrían desentonado en una cinta de horror gótico, aportan un toque “bizarre” y un regusto “purgatorial” que salvan con creces el conjunto de la quema.

Destacar en este sentido el momento brillante en que Questi pone en escena la codicia que impera en el lugar. El médico local atiende en el saloon a un moribundo al que acaban de acribillar a balazos; cuando al extraer la primera bala se descubre que está hecha de oro, a los parroquianos les falta tiempo para escarbar en el resto de agujeros, provocando el último grito de agonía del desgraciado.

En la cruz estaría la media hora que le sobra y el desaprovechado Tomas Millian (uno de esos actores cuyo carisma compensaba de largo sus carencias interpretativas), que se pasea por el metraje sin tener nunca un propósito muy claro mas allá que el de ejercer como protagonista.
daCapo78
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