Esa frase es la que suelta el gran Jackie Chan después de caer de cabeza desde lo alto de una torre. Ese momento es de los más conocidos por los fanáticos de Jackie ya que fue un tortazo tremendo que le provocó gravísimas heridas (ver la escena y, os guste o no, pensareis que a partir de la caida Chan fue sustituido por cualquier otro chino karateca... ).
Como suele ocurrir en las pelis de este actor, que por cierto va acompañado del gran Sammo de la mítica serie "Martial Law" (si pensais eso, dadme vuestras direcciones que iré a buscaros uno a uno para llevaros al Infierno), la trama es lo de menos y lo mejor son las escenas de lucha, con los especialistas dando vueltas por los aires o dándose golpetazos contra las sillas y mesas de los curiosos decorados.

Muy divertida y seguro que los fans de Jackie Chan les encanta.