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España España · Sevilla
Voto de JLZM:
7
Thriller. Intriga Sy (Robin Williams) trabaja como dependiente en una tienda de revelado rápido de fotos en unos grandes almacenes. Es un hombre solitario, tranquilo y sensible, con un único defecto: necesita una familia a la que querer y cuidar. Ahora por fin la ha encontrado... y está dispuesto a hacer lo qué sea para mantenerla como a él le gusta. (FILMAFFINITY)
24 de agosto de 2014
11 de 11 usuarios han encontrado esta crítica útil
No era yo un niño de gustos comunes en cuanto a películas. Hubo una época en la que cada fin de semana asediaba el videoclub de mi pueblo y, para pesadilla de la que allí trabajaba que intentaba orientarme hacia un cine más infantil, acababa llevándome a casa películas de terror, asesinatos y thrillers quizás poco recomendables para un niño de primaria. Suerte la mía, de tener unos padres no demasiado restrictivos para el cine. En una de estas visitas al videoclub me llamó la atención una protagonizada por Robin Williams, sentía mucha simpatía hacia él tras haber visto un centenar de veces ‘Jumanji’ (Joe Johnston ,1995) y ‘Señora Doubtfire’ (Chris Columbus 1993), tras leer la sinopsis del VHS terminé por alquilarla; pese a la inútil advertencia de siempre por parte de Rosario, A.K.A. “la del videoclub”. La película me perturbó un poco, tanto por temática como por ser mi primer contacto con Williams en un registro no cómico, pero siempre guardé buen recuerdo de ella; gracias a este especial tengo la ocasión de revivirla. Robin Williams fue, y me pesa hablar de él en pasado, un referente para los niños de mi generación; hablar de él para mí significa retrotraerme a la infancia y a unos recuerdos muy especiales. Con esta crítica terminamos nuestro humilde pero sentido especial a la figura de Robin Williams.

El reconocidísimo director de videoclips Mark Romanek, ha trabajado con artistas de la talla de Madonna o David Bowie, se estrenaba en la dirección de largometrajes allá por 2002 con ‘Retratos de una obsesión’; film que pasó sin pena ni gloria tanto para la taquilla (costó 10 millones de dólares y recaudó 50) como para la crítica. Protagonizada por Robin Williams quien dejaba de lado su vis cómica, ya había demostrado su solvencia en otro tipo de roles, para afrontar ser el protagonista de este thriller psicológico; fue nominado al Critic´s Choise Awards como mejor actor.

Sy (Robin Williams) es el encargado de una tienda de revelado de fotos en un centro comercial. Lleva muchos años al frente de la tienda, le encanta su trabajo pues se dedica a preservar en imágenes los recuerdos de la vida de sus clientes. Pero Sy siente especial fijación por una familia aparentemente perfecta, clientes habituales, y su obsesión por ellos comienza a crecer cada vez más hasta límites insospechados.

Desde un primer momento provoca fascinación y curiosidad en el espectador el personaje de Sy, su apacible imagen no concuerda con verlo inmerso en un interrogatorio policial al comenzar el metraje. A raíz de ahí el interés va creciendo, es una película sustentada mayormente por el interés del personaje principal, que nos ilumina con un diálogo sobre su trabajo y lo que significa para él; su voz, tono y discurso son hipnóticos, así como la parsimonia que adquiere con las imágenes en pantalla. Nos encontramos ante una persona de apariencia entrañable, de gran sensibilidad y al que se le intuyen carencias afectivas. La soledad puede ser el mayor de los males y la válvula de escape de Sy es una familia a la que revela (y copia para sí mismo) sus fotos desde hace años, se imagina formando parte de esa familia a la que acabará acosando. Se dice que la infancia es el momento en que nuestra personalidad se define, donde se originan la mayoría de traumas y trastornos, e indagando un poco es fácil adivinar que no ha sido feliz precisamente la infancia del protagonista; marcada por abusos y vejaciones. De ahí proviene esa fijación por esos clientes, que proyectan la imagen de familia idealizada que tanto ha anhelado nuestro perturbado protagonista. Un giro argumental, en el que se derrumba esa idílica imagen, le hará descontrolarse aún más.

La película huye de convencionalismos, no estamos ante una cinta de psicópatas o asesinos al uso. Es un punto a favor que huya de los manidos tópicos y clichés de este género para así ofrecernos una aproximación, más real y cercana, a la mente de un perturbado y sus irracionales motivaciones. De hecho alcanza su objetivo, el espectador empatiza con Sy, en parte podemos comprenderle y logra transmitir desde pena o comprensión hasta miedo (mérito de un Robin Williams a la altura). La película tiene personalidad propia, está bien rodada y hay gusto estético en ella; la fotografía a cargo de Jeff Cronenweth es todo un acierto, ofrece una gama de colores diferenciados y con fuerza (azul, blanco y rojo) que captan la atención del público. Destacar la dualidad entre la mayoría de colores cálidos cuando aparece la familia y los colores fríos en las escenas de soledad de Sy. De igual manera, es plausible la capacidad del director de generar tensión y suspense en escenas que no resultan nuevas para el espectador experimentado.

Para concluir, estamos ante una de esas películas que podría ser considerada rara avis en la filmografía de Robin Williams que demuestra su solvencia en todo tipo de papeles. Un thriller psicológico que nos introduce en la vida de un perturbado y nos ofrece una historia atrayente cargada de tensión e intriga, culminada por un buen guión y trabajo de dirección. Se le perdonan algunas lagunas en la historia (me hubiera encantado saber mucho más del pasado de Sy) y ciertas concesiones en el final. Un infravalorado entretenimiento de calidad, muy recomendable.


@ZarcoJL
www.cinefagosmuertos.com
JLZM
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