Lo Bueno: El cuestionamiento, existen interesantes reflexiones respecto a los gais famosos que salen del armario. El mundo de Graham, galán de telenovelas, aparentemente se desmorona al descubrirse su “sex tape”, mientras que el de Trey sucumbe al descubrirse que se divorciará. Lo interesante y enriquecedor del guión es que ofrece un giro argumental cuando Graham confiesa que él planeó el escándalo y Trey revela que el suyo fue un matrimonio de conveniencia que le aportaba réditos políticos.
Lo malo: Lo pasquinesco de “al final lucharemos por nuestro amor, por la verdad y por salir adelante” desinfla un final dramático que pudo haber dado mayor trascendencia a la película.
¿Cómo pudo haber sido mejor? Aunque el tema del matrimonio gay fue abordado, no se trató con la misma intensidad que el los actores en el clóset. Trey que representaba la causa del matrimonio gay pudo haber adquirido más peso y aportado más drama si en vez de un mero activista fuese un político abiertamente gay convertido ahora en cadáver. También la declaración de la homosexualidad de Graham pudo aportar más a la película. Como lo dije, hay oportunidades que la película perdió en pro del mensaje gay políticamente correcto.