Por la escena de la quema del molino ya merece ser vista.
Toda la historia tiene un aura de misterio sacrílego a veces onírico.

Movimientos de cámara sublimes:
El baile en el nuevo granero, con la cámara girando y presagiando un acontecimiento... De fondo la música hipnótica.
La secuencia de la pelea a cuchillo.
El primer plano cenital de los dos que hay del baile anterior.
La toma panorámica de los campesinos en la cosecha.
La procesión en busca de la lluvia.
La escena nocturna de los amantes, con ese sutil erotismo. La belleza estética es portentosa.
Primeros planos de cabezas. Recordando "La Juana de Arco", de Dreyer.
La película, la atmósfera es muy deudora de su cine, como el tratamiento de la religión.

Los barridos de cámara mientras pasan la guadaña, espectaculares.
Así como la filmación del capellán a caballo cuando se dirige al molino, excelsos planos, movimientos de cámara y encuadres precisos, sin caer en lo pedante o superfluo.

La puesta en escena, como el vestuario, el tratamiento de la luz son maravillosos.
La profundidad de campo. El argumento, no es lo más destacable, para mí, aunque interesante.
Es como lo cuenta. Sacrílega por momentos, piadosa en otros.
Aborda las supercherías populares, el terrible yugo y sometimiento del pueblo a la iglesia.
Quién no se sometía a ella estaba fuera del rebaño y condenado al fuego eterno. De eso habla sobre todo.
Primera obra que veo de este director checo y desde luego no será la última.