Dura e inmisericorde cinta sobre la prostitución en Israel. Tel Aviv.
No juzga, muestra algo que suele ocultarse. Con valentía y una crudeza descarnada.
Rodada en tono casi documental. Ya el primer plano, es una declaración de intenciones. Coloca la cámara en la calle y ofrece el transitar de una calle cualquiera. Hasta que aparece nuestra heroína. No desvelo nada. Las tonalidades de la fotografía, como desteñida, sucia, muy acorde con la historia. Un realismo gris, sin concesiones.
La interpretación de Dana Ivgy. Colosal. De una naturalidad y fuerza desgarradora. Tan solo, por la viveza y matices que dota al personaje de hija. Merece la pena su visionado. No olvidaras su mirada.