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Sudán Sudán · Lasinfàn Tasmela
Voto de Ok Rick:
7
Drama En septiembre de 1976, durante los primeros meses de la dictadura militar argentina, siete adolescentes de la ciudad de La Plata son secuestrados, torturados y asesinados a raíz de sus protestas por el aumento del boleto estudiantil. El film relata estos sucesos desde la voz y presencia de uno de los supervivientes. (FILMAFFINITY)
2 de abril de 2009
14 de 17 usuarios han encontrado esta crítica útil
Me dan asco las dictaduras. De todo tipo y sea cual sea el nombre que adopten, desde Democracia Popular hasta Proceso de Reorganización Nacional, como aquí es el caso.

También me dan asco no sólo los que apoyan esas dictaduras, sino también aquellos que, aun sin apoyarlas, conviven con ellas y años más tarde se inventan aquello de que lucharon con todas sus fuerzas para hundirlas.

En España, Franco murió en la cama y de viejo. Y eso que tenía al 99% de la población en su contra (20 años después, desde luego). En Argentina, aunque esta última dictadura duró unos seis años, tuvo que ser la Thatcher (de ideología poco más avanzada que los militares) quien diera la puntilla a los Videla, Galtieri y compañía. Y eso, lo de las Falklands, levantó un sentimiento antibritánico que todavía se mantiene, en vez de agradecérselo. Para una gran mayoría de argentinos los dictadores, sí se pasaban, pero les habían dado un Mundial (sospechoso cuanto menos) y eso es mucho, y otras cuantas falsas esperanzas. Y eso era de agradecer (hasta para Borges y Sábato, por ejemplo).

Y tras machacar a propios y extraños nos centraremos en la película. La noche de los lápices cuenta (basada en hechos reales con ciertas licencias argumentales) cómo los milicos al llegar al poder deciden arramplar con todo aquello que pueda suponer una mínima oposición para ellos. Se centra en un grupo de estudiantes que habían reivindicado el boleto estudiantil, más o menos revoltosos, algo "rojos", llenos de sueños. Sólo de una manera ligera y verbal se hace mención de otros grupos extremistas que venían usando la violencia desde el anterior gobierno constitucional y a los que principalmente iría encaminada la represión (sesgando con ello la visión de conjunto).

Olivera, que ya había dirigido bastantes años antes la interesantísima La Patagonia rebelde, nos conmueve con escenas de los secuestros, interrogatorios, torturas y reclusión. Y con cuatro pesos, que se notan en una pobre puesta en escena y unos actores bastante limitados.

Aun así el interés es elevado y esas carencias presupuestarias ayudan a que la cinta sea todavía más impactante y cruda: ofrece más sensación de veracidad, sin duda, encontrarse con unos actores pocos conocidos que si lo mismo se lo hacen a Cruise o Banderas. Y por supuesto, a que aumente mi odio por cualquier hijoputa que participara en esos procesos y por los que aclamaban a Videla tras los goles de Kempes.

A destacar las canciones a coro desafinado de la improvisada prisión de quienes saben que pasarán a englosar las filas de los desaparecidos y las conversaciones de amor entre Félix y Claudia en la misma.
Ok Rick
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