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España España · Pontevedra
Voto de anelim:
7
Comedia Ray, un hombre sin familia y adicto al juego, se dedica a robar coches y por amor acabará en la cárcel. (FILMAFFINITY)
25 de julio de 2012
17 de 23 usuarios han encontrado esta crítica útil
Esta es la ópera prima de Carlos Therón, quién dirigía casi al mismo tiempo “Fuga de Cerebros 2”, basada en su cortometraje del mismo nombre, “Impávido” (2007), con el que llegó a tener hasta doce galardones. Con Julián Villagrán y Nacho Vidal como protagonistas, la película también dispone de un elenco muy completo de secundarios y colaboraciones, entre ellas Víctor Clavijo, Miguel Ángel Martín o uno de los momentos más divertidos con Pepón Nieto en el papel de un conductor de grúa obsesionado por los perros.

La película nos cuenta, de forma conjunta entre thriller y road movie, el viaje de Rai, un ladrón de coches que sale de la cárcel, en su trayecto entre tocar fondo e intentar salir de una situación en la que no sabe ni cómo se ha metido. Un juego de guión de situaciones que el mismo director describe como “una montaña rusa” en la que las “casualidades” y la buena y la mala suerte van jugando con el destino del protagonista. La película se sostiene por el bien entramado argumento en el que las situaciones que se viven se entrecruzan y cobran sentido al final de la película, y por un buen trabajo de las tramas secundarias y de sus personajes. Cabe resaltar el trabajo que realiza la curiosa pareja que forman Tena (Manolo Solo), un experto en blanquear dinero y moverse entre el lumpen y Aaron (Selu Nieto), un chaval ingenuo que roza el autismo y que quiere aprender el oficio.
Carlos Therón define su film como una “película con vocación indiscutiblemente palomitera, una celebración del cine como acto del disfrute”, cosa que consigue a través de una narración muy calculada. Bebe mucho de la cultura del cómic, así como del cine de los 80 de género negro, no sólo de referencias más directas como puede ser Tarantino. También son de destacar la fotografía excelente que se mueve por los paisajes de Gijón y Málaga donde fue rodada y sobre todo las buenas dosis de acción y tensión justo en los lugares adecuados, donde el papel del actor porno Nacho Vidal como el jefe del crimen organizado está bordado. No en vano es productor de la película y reconoce hacer por disfrute este papel donde se siente muy cómodo a pesar de reconocerse una persona totalmente opuesta en la vida real.

El viaje de Rai es también un viaje de maduración del personaje, y a lo largo del mismo explora sus propios sentimientos en temas universales como son la vida, la amistad, el amor incondicional o la ambición desmesurada. En definitiva, noventa minutos de acción, un buen trabajo de diálogos, situaciones extremas y a veces ridículas que provocan la risa, una estructura interesante y un final que cierra toda la película dejando al espectador con un buen sabor de boca.
anelim
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