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Drama
Un sacerdote (Michael Lonsdale) asiste impotente a la desintegración de su parroquia, cerrada para siempre al público. Ese mismo día, un grupo de inmigrantes clandestinos se refugia en la iglesia. El cura decide concederles asilo y y entregarse al cuidado y protección de esas gentes. Su vida, que reposaba hasta entonces en la palabra de Dios, toma una nueva dirección. (FILMAFFINITY)
24 de septiembre de 2013
6 de 6 usuarios han encontrado esta crítica útil
Película altamente recomendable, aunque sea subtitulada como la vi yo. Se puede ver bajo el punto de vista de un creyente; se puede profundizar desde el punto de vista de un ateo; se puede admirar sin ningún compromiso de fe, pero muestra una realidad que está ahí. Cada día, cada hora, cada minuto...Parte de los seres humanos deben sufrir una prueba más a lo largo de su evolución con trampas preparadas por el propio ser humano. ¿Raza, pobreza, religión, desamparo...?
Sin ninguna duda, este homo sapiens asesino y despiadado que todos llevamos dentro y que hemos consolidado durante millones de años acabará siendo devorado por la propia civilización, porque la mirada tierna y piadosa del sacerdote que nos muestra la película, tiene los días contados.
Sin ninguna duda, este homo sapiens asesino y despiadado que todos llevamos dentro y que hemos consolidado durante millones de años acabará siendo devorado por la propia civilización, porque la mirada tierna y piadosa del sacerdote que nos muestra la película, tiene los días contados.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama.
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spoiler:
No me gustó mucho el tema de los explosivos bajo la ropa; es añadir más "caña" a la propia emigración que ya de por sí es suficiente como muestra de la distancia que existe entre un mundo y otro. La inseguridad del sacerdote, ya mayor, solo y enfermo, sobre el tema de la fe, revolotea por la cabeza de todos los creyentes cuando, cumplidos los años, se tropiezan con la cercanía de la única verdad que no necesita demostración: la propia muerte.