Después de seguir con interés el desarrollo de esta película, la decepción después de verla es mayúscula. En los minutos finales, mientras los donantes del crowdfunding aplaudían cuando veían su nombre en los créditos, me perdí en pensamientos sobre si el desengaño era más grande por las expectativas que había puesto en El Cosmonauta, quizás fuera así, aunque dudo que mi opinión cambiara a mejor si hubiera visto el film sin ningún conocimiento o condicionamiento previo.

Me dio muy buen rollo el inicio, bonitos créditos, y la referencia a los hermanos Judica-Cordiglia, pero pasaban los minutos y la película entró en un despropósito de ausencia de guión coherente, actores mediocres y/o mal dirigidos, y pésimo montaje que persistió durante todo el desarrollo. Acaba la película y la sensación es de tomadura de pelo. Tengo la sensación que el guionista-director se metió en un monumental jardín al intentar juntar un triángulo amoroso y la carrera espacial rusa. Un tótum revolútum donde finalmente ni una cosa ni otra se salvan del desastre.

Se ha comentado por ahí, como aspecto positivo, el tema de la belleza de la fotografía de esta película. Sí, es cierto, los planos, en general, son estéticamente bellos, pero como apunta un crítico en El País, no es suficiente para construir una película por lo que se queda en mero videoclip. Analizando ese aspecto visual, apuntar que hay abuso de ciertos recursos formales fotográficos, mucho "abrodiagragmayenfocoaquíyluegoallá", que cuando se usan bien, y el resto de factores acompañan, contribuyen a enriquecer una narración cinematográfica.

Vendieron un proyecto de forma magistral, un marketing fantástico, una comunicación gráfica ejemplar, ilusionaron a la gente, el crowdfundig les sale bien, pero... ¿dónde está la película?, ¿dónde se torció la cosa?

Suerte, en la próxima. De todas las experiencias en la vida se aprende.

P.D:
Y por favor, basta ya!!. Ya está bien de mentar a Tarkovski y su Solaris cuando se habla de esta película. No cuela.