Dos actores con gancho, piques asegurados entre ellos, variopintos secundarios, viejos verdes, accidentes con mascotas, bromas picantes, caídas, traspiés, momentos musicales ridículos... Parece ser que esta es la exitosa y estudiadísima fórmula con la que Hollywood produce copias y copias de comedias románticas para asegurarse un buen resultado en la taquilla.

"La Proposición" es una película de manual en la que no faltan ninguno de estos ingredientes. Su arranque es potente, su mezcla de comedia clásica y moderna funciona. Para nuestra fortuna no naufraga en chistes escatológicos buscando el humor fácil, sino que se apoya en diálogos vivos y un excelente humor físico gracias a las interpretaciones del reparto y, sin duda alguna, al carisma del personaje de Margaret Tate. El film tiene momentos brillantes de humor, pero acaba rendido a la sensiblería típica de estos productos, disfrutada sólo por la romántica empedernida que no sepa como acaba el pastel. Es aquí donde la "rom-com" pierde casi por completo su parte de comedia y nuestra ilusión por el producto hace aguas viendo que asistimos antes una fotocopia más.

No obstante, la diversión está asegurada, la pareja protagonista tiene química, y eso juega mucho en favor de la cinta, aunque es el animal interpretativo Bullock quien se lleva el gato al agua. Sandra está espectacular (en todos los sentidos) a sus 45, da una lección de comedia de la que muchas deberían aprender y demuestra que se encuentra en plena forma y que en la comedia se mueve como pata de perro envenenao.

Esta esperadísima comedia, que ya está arrasando en la taquilla de EEUU, se visiona con complicidad ya que los personajes consiguen conectar con el espectador y deja buen sabor de boca.

Lo mejor: su humor tiene muy buen gusto.
Lo peor: se ciñe 100% a la comedia romántica estudiada.