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8
5,8
1.093
Terror
En las sombras de su Castillo, el Conce Drácula resucita gracias a la sangre que cae de una herida que tiene en la cabeza un sacerdote inconsciente, que estaba intentando practicar un exorcismo. Una vez más, el terror se extiende por Transilvania. (FILMAFFINITY)
21 de enero de 2007
29 de 32 usuarios han encontrado esta crítica útil
Con Horror of Dracula la productora inglesa Hammer inauguró una serie de películas sobre el maligno conde interpretado por Christopher Lee (del que el espectador medio actual posee referencias de su carismático perfil por sus “meritorios” en Sleepy hollow, The lord of the rings y Star wars). El actor londinense dio vida al Drácula más majestuoso del cine y, a la par, más agresivo; en Dracula has risen from the grave los raptos de ira del conde desbocan los actos más brutales vistos en el legendario vampiro: el plano con el conde en primer término y con la puerta de su castillo sellada por la gran cruz al fondo es estremecedor y será seguido por acciones en exceso violentas, como la sádica fustigación a los caballos que tiran de su coche fúnebre, el mal despertar que manifiesta con el brusco lanzamiento por los aires de la tapa de su féretro, la salvaje bofetada que inflige a su novia Zena… La ira se refleja en sus ojos inyectados en sangre, que son reiteradamente mostrados en primerísimo plano.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama.
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spoiler:
Y sólo en dos ocasiones un plano de detalle de su mirada nos muestra distinto color en su esclerótica: cuando cautiva a María no sufre transformación furibunda, pues su motivación vengativa se torna en deseo y el blanco de sus ojos no muda; y al morir por el efecto de la cruz que atraviesa su torso y por el “Padre Nuestro” que horada su oscuro espíritu, sus ojos se ennegrecen.
Todos los personajes de la película parecen destinados a fracasar en el cometido que su condición les encomienda:
-El obispo de la ciudad, al que llaman Monseñor, en su intento de exorcizar el castillo de Drácula mete la pata hasta el fondo y lo que consigue es que el noble vampiro resucite.
-El párroco del pueblo no logra concitar feligreses en su iglesia; al contrario, se convierte en servidor del demoníaco conde.
-Paul, amante de María, asediada por el conde, se erige en el paladín de la chica y fracasa en su ataque porque es ateo e incapaz de rezar una oración que destruya el alma impía del vampiro.
Un objeto, un color, cualquier detalle puede tener más relevancia en el filme de la que pudiera parecer:
-El párroco toma un vaso de vino y en sus labios se posan unas gotas del líquido rojo. Será precisamente la sangre del párroco la que llegue a los labios del conde inerte y le insufle lo que él conoce por vida.
-El párroco tiene su primer contacto con Drácula cuando el botín de una de sus víctimas aparece en el campanario de su iglesia. Desde entonces, la vida del párroco degenera: se da a la bebida, es esclavizado por el conde... Cuando le obliga a incinerar el cadáver de Zena, un botín de ésta cae fuera de la chimenea. Su visión conmueve al cura y, probablemente, sea la chispa de su futura rebelión contra los designios del conde.
-María sale a escondidas de su casa para mantener relaciones sexuales con Paul. Cuando regresa, se acuesta en su cama y se abraza a su muñeca. Sin embargo, cuando el conde Drácula visita el lecho de la muchacha e hinca sus colmillos en su blanco cuello, ella agarra la muñeca y la despide de la cama (el pobre Paul no tiene ni punto de comparación con el conde).
-La sed vengativa del vampiro nace de la imposibilidad de acceder a su castillo por la enorme cruz encadenada al portón de entrada. Precisamente, será esa la cruz que acabe con él, en una secuencia que se recrea en la agonía del no muerto como no se había visto antes.
Todos los personajes de la película parecen destinados a fracasar en el cometido que su condición les encomienda:
-El obispo de la ciudad, al que llaman Monseñor, en su intento de exorcizar el castillo de Drácula mete la pata hasta el fondo y lo que consigue es que el noble vampiro resucite.
-El párroco del pueblo no logra concitar feligreses en su iglesia; al contrario, se convierte en servidor del demoníaco conde.
-Paul, amante de María, asediada por el conde, se erige en el paladín de la chica y fracasa en su ataque porque es ateo e incapaz de rezar una oración que destruya el alma impía del vampiro.
Un objeto, un color, cualquier detalle puede tener más relevancia en el filme de la que pudiera parecer:
-El párroco toma un vaso de vino y en sus labios se posan unas gotas del líquido rojo. Será precisamente la sangre del párroco la que llegue a los labios del conde inerte y le insufle lo que él conoce por vida.
-El párroco tiene su primer contacto con Drácula cuando el botín de una de sus víctimas aparece en el campanario de su iglesia. Desde entonces, la vida del párroco degenera: se da a la bebida, es esclavizado por el conde... Cuando le obliga a incinerar el cadáver de Zena, un botín de ésta cae fuera de la chimenea. Su visión conmueve al cura y, probablemente, sea la chispa de su futura rebelión contra los designios del conde.
-María sale a escondidas de su casa para mantener relaciones sexuales con Paul. Cuando regresa, se acuesta en su cama y se abraza a su muñeca. Sin embargo, cuando el conde Drácula visita el lecho de la muchacha e hinca sus colmillos en su blanco cuello, ella agarra la muñeca y la despide de la cama (el pobre Paul no tiene ni punto de comparación con el conde).
-La sed vengativa del vampiro nace de la imposibilidad de acceder a su castillo por la enorme cruz encadenada al portón de entrada. Precisamente, será esa la cruz que acabe con él, en una secuencia que se recrea en la agonía del no muerto como no se había visto antes.