Supongo que el director de casting aplica sus conceptos para elegir los actores más adecuados, dependiendo del presupuesto con el que cuentan y la disponibilidad.

Eugenio Derbez, no me ha gustado, no me parece el actor más adecuado para intepretarla, debido al histrionismo excesivo de su caracterización. Pero claro, siendo a la vez el director, se adjudicó el papel principal sin plantear dudas.

La historia es una trampa emocional, muy clásica, ofrecida al espectador más entregado. Y se ve que funcionó extremadamente bien, a tenor del éxito obtenido.

La última parte, dada la manipulación sentimental, resulta vergonzosa... Y todos ya sabéis que ocurre, con solo leer su argumento y como va a finalizar: Sin sorpresas, con un desarrollo tan previsible y acomodaticio como una suave almohada de plumas.