Me pusé a ver esta secuela de "Zombies nazis" con un poco de desgana. La primera estaba bien, "te ríes" como se suele decir, pero tampoco iba mucho más allá. Bueno, pues la secuela es muchísimo mejor, una delicia y un desfile de escenas delirantes.
Es como una versión "libre" de Braindead, y digo libre porque el Wirkola no se corta lo más mínimo en mostrar un carrusel disparatado de muerte y gore, sin distinguir ni salvar a mujeres y niños.
Contiene escenas sublimes que fascinarán a los amantes de la comedia gore.
No se la pierdan.