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España España · Valencia
Voto de Carorpar:
8
Serie de TV. Documental Miniserie de TV (2015). 3 episodios. ¿Quién fue Stalin? ¿El hombre que derrotó al nazismo? ¿Fue el mayor criminal de su tiempo? ¿El amo del mundo? Así comienza el primer capítulo de la serie: A partir de la lucha a muerte contra Hitler, la serie cuenta la historia del increíble ascenso al poder de José Jughashvili Gori (Georgia, 1879 - Moscú, 1953). Hijo de un humilde zapatero de Georgia, joven seminarista, hizo su imparable camino ... [+]
7 de septiembre de 2023
6 de 6 usuarios han encontrado esta crítica útil
«Apocalipsis: Stalin» tiene tres críticas en Filmaffinity, cuatro con la mía, y el (asombroso) eje argumentativo de dos de ellas es el siguiente: Stalin es un monstruo y como tal se lo representa en este documental; ergo sus responsables están a sueldo del (gran) capital. No se me ocurre ejemplo más palmario de la «contradictio in terminis» y de los complejos que (todavía) aquejan a ciertos —muchos— votantes de izquierda.
Yo, que me declaro marxista —eso sí, en un nivel exclusivamente teórico, en todo lo referido a la interpretación económica de la historia y al fraude de la plusvalía— y no me avergüenzo de ello, considero el estalinismo una aberración y la miniserie que nos ocupa un producto de divulgación histórica por demás reseñable.
Con la lujosa factura a que nos tiene acostumbrados la marca «Apocalipsis», su aproximación a la abominable figura del «Padrecito» se adorna de abundantes imágenes restauradas y coloreadas, algunas ciertamente sorpresivas y probablemente inéditas.
La alternancia de dos planos temporales —infancia, juventud y conversión del seminarista en revolucionario por un lado, y la madurez del todopoderoso, implacable y paranoico secretario general del PCUS por otro— dinamiza un discurso que espectadores poco avezados en el devenir de la URSS podrían, de lo contrario, haber encontrado prolijo en exceso.
En resumidas cuentas, «Apocalipsis: Stalin» constituye una prueba más de que, aun en días tan líquidos y banales como los que nos han caído en suerte, se pueden grabar documentales rigurosos que, a su vez, funcionen en tanto productos de entretenimiento. Hay esperanza para una televisión inteligente de verdad, lástima que haya que escarbar en las ingentes cantidades de bazofia de que se nutren las plataformas de contenidos para encontrarla.
Carorpar
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