Haz click aquí para copiar la URL
España España · Valencia
Voto de Carorpar:
5
Drama Un condecorado y reverenciado héroe de guerra disfruta de la compañía de su familia en un tranquilo día estival, cuando de pronto recibe la visita inesperada de un hombre al que no veía desde hacía años. Conforme transcurre el día y se acerca la noche, el coronel descubrirá el verdadero motivo de la visita. Lúcida denuncia de las purgas stalinistas. (FILMAFFINITY)
21 de agosto de 2023
1 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
No se puede explicar el Óscar a la mejor película de habla no inglesa con que fue galardonada esta «Quemado por el sol» sin tomar en consideración las circunstancias geopolíticas: se estrenó menos de tres años después de la disolución de la URSS.
El film de Nikita Mikhalkov —en todos los sentidos, pues lo escribe, dirige y protagoniza, y reserva un papel por demás relevante a su hija pequeña, la encantadora niña Nadezhda Mikhalkova— es una obra extraña, no apta para todos los paladares, menos aún los de nuestros días. Empezando por su metraje —dos horas y media— y el ritmo moroso con que éste discurre, y siguiendo con la —a mi juicio— no demasiado bien avenida mezcla de géneros.
Es cierto que en la vida real la risa sucede al llanto —y viceversa— sin solución de continuidad, pero me parece que el retrato de la convivencia de lo trágico y lo cómico no resulta aquí acertado. La acumulación de escenas festivas se antoja agotadora y la polifonía jocunda acaba degenerando en cargante cacofonía. Acaba uno harto hasta de la mencionada Nadezhda, ese cromo de niña. De entre la cáfila ruidosa de su reparto cabe salvar a Oleg Menshikov. La crueldad socarrona de su rostro, a medio camino entre Kyle MacLachlan y Robert Downey Jr., le viene como anillo al dedo a su papel de «agent provocateur».
Puede que la culpa sea mía en exclusiva por no apreciar el sentido del humor ruso, o por no haber leído lo bastante a Chéjov, con cuyo nombre se llenan —o se llenaron en su día— la boca los críticos a sueldo para referirse a esta cinta. En cualquier caso, percibo un intento —insisto en que fallido— de emular al Fellini de «Amarcord» (ídem, 1973) y las desopilantes colaciones multitudinarias de la comedia transalpina, así como ramalazos de un infumable realismo mágico del que extraer subtextos de cursillo online de literatura creativa.
Sólo muy al final, y con ayuda de una rotulación explicativa de todo punto innecesaria —cualquiera puede sospechar dónde acaba un paseo en coche junto a la alegre muchachada del NKVD—, se nos revela la inabarcable iniquidad del estalinismo. Solzhenitsyn le dedicó varios tomos, Mikhalkov veinte minutos. Y gracias.
Carorpar
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
arrow