Haz click aquí para copiar la URL
España España · Valencia
Voto de Carorpar:
5
Ciencia ficción Un científico y un piloto se ofrecen voluntarios para una misión de alto nivel para llegar al fin del Universo. Pero tras 13 años, la nave se estrella en el fin del Universo y se adentra en lo desconocido.
23 de agosto de 2023
2 de 3 usuarios han encontrado esta crítica útil
«ISRA-88» llega a formar parte de cualquier temporada de «Black Mirror» (ídem, 2011-Actualidad) y estoy seguro de que sus índices de popularidad y consideración diferirían sustancialmente de los que de momento la acompañan: ni un 4 en IMDb e inédita en Filmaffinity —mi crítica y mi valoración van a ser, de hecho, las primeras que aquí reciba—.
En su contra juega un metraje excesivo para la historia que cuenta. Con la mitad de duración —precisamente la de un episodio de la serie antedicha—, «ISRA-88» habría ganado en eficacia, especialmente suprimiendo de raíz ciertos pasajes que, además de no aportar nada a la trama, adoptan un tono pretendidamente jocoso que si a algo invita no es a la risa sino al sonrojo.
Hasta que no caemos en la cuenta de las implicaciones cuánticas del argumento —cosa que sucede bien entrados en su segundo acto—, la reiteración «ad nauseam» de los vacuos quehaceres de sus protagonistas excede los límites de lo razonablemente descriptivo para tornarse definitivamente cargante. He estado a cinco flexiones de Casper Van Dien y —sobre todo— a dos chupitos en sobre de Sean Maher de rendirme; me asombra la paciencia que, con los años, he acabado desarrollando.
El minimalismo escenográfico, rayano en lo cartujo, permite a sus responsables disimular la precariedad presupuestaria. La oscuridad total que el peculiar punto de partida —el universo no es infinito— presume a los confines del cosmos constituye una excusa muy bien traída para no tener que enseñar gran cosa —al menos en lo que a la carrocería se refiere— de un cohete panzudo cuyas hechuras y llegada a destino recuerdan, por otra parte y no sé hasta qué punto de manera consciente, a la seminal «Viaje a la luna» («Le Voyage dans la Lune», 1902).
En suma, irregular cinta de ciencia ficción de cuyos fallos de bulto la salvan un entrañable aroma a serie B y un puñado de motivos bastante sugerentes, si bien paradójicos —cuando no directamente contradictorios—, caso de las (insinuadas) infinitas líneas espacio-temporales en el seno de un universo finito. O eso he creído entender, astrofísicos tiene la Iglesia.
Carorpar
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
arrow