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España España · Valencia
Voto de Carorpar:
6
Terror. Ciencia ficción. Intriga Sarah es una estudiante adolescente que toca fondo anímicamente tras huir de casa. Una vez sola, no tiene a nadie que le ayude a superar sus recurrentes pesadillas. Su única oportunidad de sobrevivir pasa por participar en un estudio universitario en la que entabla amistad con el científico supervisor, llamado Jeremy. Sin embargo, hay algo extraño en el procedimiento al que se somete, y con el paso de los días las pesadillas de Sarah ... [+]
11 de febrero de 2024
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De una cinematografía un tanto periférica como la canadiense —excepción hecha de David Cronenberg y Denis Villeneuve— nos llegó en 2020 una propuesta pequeña pero no exenta de elementos llamativos.
Con un presupuesto más estrecho que unos leggins de spinning, la película dirigida por Anthony Scott Burns hace de la necesidad virtud jugando al terror, a la ciencia ficción y al esteticismo (retro) minimalista sin quemarse las pestañas. Lo cual resulta especialmente meritorio habida cuenta del apoltronamiento en que vegetan ambos subgéneros de un tiempo a esta parte.
La historia avanza a golpe de trampas argumentales, si bien no muchas más que numerosas cintas de su mismo pelaje, conque nada que objetar a ese respecto. Lo mismo cabe alegar en favor de un giro final quizá «ex machina» en exceso pero que permite a sus responsables justificar la convivencia de smartphones de última generación y salas de control con equipamiento VHS: un pepino visual y un imposible desde todo parámetro cronológico.
Asimismo estimulante —e insisto en que incongruente bajo cualesquiera otras premisas— resulta la incorporación de esa vibra «synthwave» que desde «Drive» (ídem, 2011) —Electric Youth están en el ajo— e «It Follows» (ídem, 2014), pasando por la ubicua «Stranger Things» (ídem, 2016-Actualidad), tan bien le sienta a las producciones del jaez que se les ocurra.
En un plano estrictamente terrorífico, «Come True» da lo que promete, haciéndonos pasar un saludable mal rato y dejándonos, de hecho, con el vello del cogote erizado durante varias horas —si no días—. Aunque no acaba de tirarse del todo a la piscina del tema de los conocidos como «visitantes nocturnos» —figura recurrente en las agitadas noches de bastantes personas—, sí lo enfoca con mayor efectividad que las decepcionantes «La cuarta fase» («The Fourth Kind», 2009) y «La pesadilla» («The Nightmare», 2015).
En el apartado interpretativo, la joven Julia Sarah Stone constituye una revelación a la que seguir la pista de cerca. No parece en absoluto fácil reproducir la aturdida somnolencia en que (mal) vive sumido su personaje; sin embargo, es capaz de encarnarlo con reseñable naturalidad. Le da la réplica un Landon Liboiron que diríase una mezcla descafeinada de Jared Leto y Daniel Radcliffe. Ni que decir tiene que su pasmado investigador palidece sin remisión ante una irrupción como la de Stone.
Carorpar
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