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España España · Valencia
Voto de Carorpar:
5
Acción. Thriller. Intriga En una base científica de la Antártida, el lugar más aislado e inhóspito del planeta, la agente Carrie Stetko (Kate Beckinsale) se ha ocupado rutinariamente durante dos años de asuntos de seguridad. Sin embargo, cuando, por fin, llega el momento de volver a su casa, un piloto descubre en medio de la nieve el cadáver de un hombre asesinado. Ahora bien, todo el personal está a punto de evacuar la base ante la llegada de una gigantesca ... [+]
12 de agosto de 2020
1 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
A esta “Terror en la Antártida” le ocurre una cosa curiosa: pareciera que la hubiera empezado dirigiendo un realizador bastante competente, pero que al poco tiempo hubiera sido sustituido por otro, y de nivel muy inferior; tal como, por otra parte, solía suceder antaño, cuando los grandes productores hacían y deshacían a su antojo, quedando el devenir de tantas cintas supeditado a las ventoleras de unos tipos a los que no adornaba la paciencia, precisamente.
Así, a un arranque de indudable potencia, diez minutos que invitan a imaginar lo que la película podría haber sido —una correctísima aventura, de aliento clásico y ribetes de thriller—, sigue un desarrollo más y más decepcionante conforme avanza el metraje, pues la trama —y el presupuesto— se deshincha a una velocidad pasmosa, lastrada por una torpeza narrativa impropia de —supuestos— profesionales. Con eso y todo, consigo resistir la tentación de tirar la toalla y ponerme a ver “La cosa” (“The Thing”, 1982) por enésima vez, o descubrir el original firmado por Howard Hawks hace casi 70 años, “El enigma de otro mundo” (“The Thing from Another World”, 1951). Ello se debe a que no faltan los momentos de buen cine, cierto que pésimamente hilvanados, por precipitación o —insisto— simple y desoladora incompetencia.
Haciendo, por tanto, un arduo esfuerzo conciliador —rayano, en ocasiones, en la caridad cristiana—, y ayudados por el ritmo frenético al que se suceden los acontecimientos, se le pueden llegar a perdonar las abundantes y groseras incoherencias y disfrutarla como lo que es: un divertimento sin pretensiones, protagonizado, además por Kate Beckinsale, quien habrá vivido épocas sin duda mejores, pero a la que no cabe reprocharle que no sude la camiseta. Y a cincuenta bajo cero, que también tiene su mérito.
Carorpar
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