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España España · Valencia
Voto de Carorpar:
6
Serie de TV. Drama. Thriller. Intriga En una casa aislada en el campo, una familia es víctima de los crueles juegos de un aterrador psicópata.
20 de septiembre de 2023
2 de 6 usuarios han encontrado esta crítica útil
Desde la propia localización de la historia, en la habitual e injustamente ninguneada —en el plano audiovisual, al menos— Gales, la adaptación a cargo de HBO de la novela de Mo Hayder constituye un peculiar artefacto que da otra vuelta de tuerca al fecundo subgénero de burgueses brutalizados en el «sancta sanctorum» del hogar patriarcal agregándole capas, por cierto que, a mi juicio, quizá demasiadas.
En efecto, «Wolf» brilla especialmente en los pasajes dedicados a la noción, paradójica pero muy sugestiva, del brutalizador brutalizado. El enfoque de su creadora, una Megan Gallagher a quien conviene seguir la pista, salpimentado de humor negro y alguna que otra pincelada surrealista, resulta por demás refrescante en un tipo de producciones que de un tiempo a esta parte han venido lastradas por una solemnidad y un alto concepto de sí mismas bastante desalentadores.
Al relajado ambiente psicopático contribuye sobremanera la presencia de dos individuos con las insólitas trazas de Sacha Dhawan y, sobre todo, Iwan Rheom, el pérfido e inolvidable Ramsay Bolton de «Juego de tronos» («Game of Thrones», 2011-2019). Los particulares «Funny Games» —no hacer referencia aquí a la(s) cinta(s) de Haneke supondría un descuido imperdonable— que se montan por encargo de alguien aún más perturbado —si cabe— que ellos se antojan, sin duda, lo mejor de la serie.
No tan bien funciona la subtrama protagonizada por Ukweli Roach. Sus traumas infantiles parecen metidos con calzador y la escasa sagacidad que manifiesta en tanto inspector de policía lleva a cuestionarse seriamente los procedimientos de acceso a la función pública en el Reino Unido: ¿Cuántas veces necesita pasar por delante de la casa de los horrores para caer en la cuenta de que hay gato —en rigor, familia— encerrado? Tampoco acaba uno de creerse sus arrebatos lúbricos junto a Sian Reese-Williams, cuyo trabajo empoderado y con su puntito dominatrix deja definitivamente en mantillas al del (presunto) protagonista.
En cualquier caso, se trata de un thriller de indiscutible eficacia a la hora de tenernos con el culo atornillado al sillón, pendientes de la siguiente ocurrencia cruel de sus atípicos y —muy a su modo— carismáticos villanos. Seis episodios que, a golpe de «macguffins» y «cliffhangers» se pasan en un suspiro y dejan un grato sabor de boca. Ojalá no haya una segunda temporada que acabe de aguar la experiencia.
Carorpar
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