Haz click aquí para copiar la URL
España España · Valencia
Voto de Carorpar:
6
Drama Adaptación de las memorias de J.R. Moehringer, que relata los años de infancia y adolescencia del escritor, creciendo en Long Island en busca de una figura paterna entre los clientes del bar de su tío. (FILMAFFINITY)
7 de abril de 2022
1 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
La adaptación de las memorias del Pulitzer J. R. Moehringer por parte de George Clooney viene a reafirmarme en una sospecha que me había asaltado con el decepcionante visionado de «Cielo de medianoche» («The Midnight Sky», 2020): el exitoso actor metido a cineasta respetado merced a títulos tan notables como «Buenas noches, y buena suerte» («Good Night, and Good Luck», 2005) y «Los idus de marzo» («The Ides of March», 2011) ha perdido buena parte, si no toda la mordiente que acreditase en sus primeras películas.
Hasta tal punto esto es así, que «El bar de las grandes esperanzas» parece más una cinta (menor) de Richard Linklater que del interesante, por corrosivo, Clooney de otrora. De hecho, creo que, en manos del director de «Boyhood» (ídem, 2014), esta inofensiva historia iniciática habría tenido un despliegue más armónico. En cualquier caso, se trata de un film que se ve con agrado, correcto en el plano técnico e impecable en el interpretativo.
Efectivamente, es el trabajo de su reparto lo que sostiene «El bar de las grandes esperanzas», permitiéndole elevarse por encima de un argumento insisto en que algo átono. Desde un desopilante Christopher Lloyd —en plena forma a sus tiernos 83 añitos— hasta el encantador niño Daniel Ranieri, de cuyos talento y fisonomía cabría colegirlo hijo de George Clooney, pero no. De hecho, Tye Sheridan, su yo universitario, palidece un tanto en comparación con la deslumbrante naturalidad que manifiesta la criatura.
Mención aparte merece el habitualmente denostado Ben Affleck. A mí nunca me ha parecido tan espantoso como lo suelen pintar; si acaso un actor no demasiado expresivo —ni que decir tiene que es un realizador muy competente— y, eso sí, un mocetón simpático al que el papel de (literalmente) tío enrollado le cae como un traje a medida. Me ha parecido leerle a algún crítico a sueldo que está mejor que nunca. Por una vez, y sin que sirva de precedente, le voy a dar la razón.
Carorpar
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
arrow