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Voto de El de la última butaca:
5
7,0
9.837
Thriller. Intriga
Hank, su hermano y un amigo encuentran 4.500.000 dólares en una avioneta que ha sufrido un accidente. Enfrentados al dilema de quedarse o no con el dinero, adoptan una solución intermedia: como Hank es el único que tiene un empleo estable y, por tanto, es el menos sospechoso, guardará el dinero durante una temporada. Si, al final, nadie lo reclama, se lo repartirán a partes iguales. (FILMAFFINITY)
7 de mayo de 2019
5 de 8 usuarios han encontrado esta crítica útil
Sin duda hay que resaltar en la obra su esencia "trilera" o, desde una perspectiva próxima, "camaleónica".
Confrontarla con "Fargo" es, como si comparas una buena pizza de - use su imaginario para ubicar mentalmente la propia de su restaurante italiano favorito-, con la que te puede ofrecer "Casa Tarradellas".
El guión tiene algún momento que da juego, pero sin duda no entiendo que estuviese nominado al Oscar: en el último tercio del largometraje tiene una serie de anomalías que lo convierten en algo disparato e irreal. Abajo, en "Zona spoiler" concreto.
La estupidez latente en el 80% de los personajes (sólo se salvan el protagonista y su encinta esposa), hace que se den circunstancias, que para llegar a ellas, el desarrollo previo tendría que haber tenido mucha más "miga". Un ejemplo: Uno de ellos se entera de algo que no debería saber, y ya directamente se señala al personaje mentalmente más limitado.
Interpretaciones decentes, pero tampoco dignas de ser laureadas. La dirección de Raimi de la misma manera.
Aspectos técnicos sin más.
Comulgando con el título de la película, lo considero un filme sencillo, sin muchas pretensiones. Y creo que la nota de FA que tiene atribuida, la convierte en una obra sobrevalorada.
No pretendo crear polémica, tan sólo valoro acorde a mi subjetiva opinión.
Gracias por leer.
Confrontarla con "Fargo" es, como si comparas una buena pizza de - use su imaginario para ubicar mentalmente la propia de su restaurante italiano favorito-, con la que te puede ofrecer "Casa Tarradellas".
El guión tiene algún momento que da juego, pero sin duda no entiendo que estuviese nominado al Oscar: en el último tercio del largometraje tiene una serie de anomalías que lo convierten en algo disparato e irreal. Abajo, en "Zona spoiler" concreto.
La estupidez latente en el 80% de los personajes (sólo se salvan el protagonista y su encinta esposa), hace que se den circunstancias, que para llegar a ellas, el desarrollo previo tendría que haber tenido mucha más "miga". Un ejemplo: Uno de ellos se entera de algo que no debería saber, y ya directamente se señala al personaje mentalmente más limitado.
Interpretaciones decentes, pero tampoco dignas de ser laureadas. La dirección de Raimi de la misma manera.
Aspectos técnicos sin más.
Comulgando con el título de la película, lo considero un filme sencillo, sin muchas pretensiones. Y creo que la nota de FA que tiene atribuida, la convierte en una obra sobrevalorada.
No pretendo crear polémica, tan sólo valoro acorde a mi subjetiva opinión.
Gracias por leer.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama.
Ver todo
spoiler:
Impresionante el ver que el veterano Sheriff no se cerciore que el "bien peinado" que le entra por la puerta es en realidad miembro del FBI. Y más cuando éste pregunta por un caso en el que está inmerso un cadáver y una avioneta con "taaanta" cantidad de dinero.
También fantástica la facilidad de descubrir la identidad de los componentes de esta referenciada agencia: basta con llamar a su centralita y preguntar por el agente -pongan el nombre que quieran-. Nada más que eso.
Por otro lado también muy destacable que los dos agentes del FBI, los reales y que salen en la última escena, le confiesen al protagonista, como si estuviese libre de toda sospecha, el hecho de que marcaron los billetes.
También fantástica la facilidad de descubrir la identidad de los componentes de esta referenciada agencia: basta con llamar a su centralita y preguntar por el agente -pongan el nombre que quieran-. Nada más que eso.
Por otro lado también muy destacable que los dos agentes del FBI, los reales y que salen en la última escena, le confiesen al protagonista, como si estuviese libre de toda sospecha, el hecho de que marcaron los billetes.