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Voto de Feisal:
8
5,5
37.867
Aventuras. Acción. Drama
España Imperial, siglo XVII. Diego Alatriste, valeroso soldado al servicio de su majestad, combate en la guerra de Flandes. En una emboscada de los holandeses, Balboa, su amigo y compañero de armas, cae herido de muerte y le hace una petición que Alatriste promete cumplir: cuidar de su hijo Íñigo y alejarlo del oficio de las armas. Posteriormente, Alatriste, que malvive alquilando su espada, es contratado junto a otro mercenario, el ... [+]
1 de septiembre de 2006
3 de 5 usuarios han encontrado esta crítica útil
Había muchas, pero que muchas esperanzas puestas en este estreno. Supone la película española del momento (unos 24 millones de euros), cuyo protagonista es toda una estrella de Hollywood como Viggo Mortensen. Pero lo que Agustín Díaz Yanes y Arturo Pérez-Reverte han querido no es amortizar esos 24 kilos mostrando batallas con miles de extras, y duelos épicos de espada, al estilo "Troya". Han querido mostrar lo simplemente muestra la novela, y lo que muestra la novela es, ni más ni menos, que la caída de todo un imperio colosal y fastuoso, pero a través de un personaje de la más baja calaña, Diego Alatriste y Tenorio, un soldado veterano que malvive en Madrid entre guerra y guerra como mercenario que mata por dinero. A su cargo se encuentra Íñigo Balboa, un muchacho cuyo padre fue compañero de armas de Alatriste, y murió en la guerra.
Lo que las cinco (en total, va a haber siete) novelas hasta el momento publicadas nos relatan a través de los ojos de Alatriste e Íñigo es cómo un imperio cae, cómo los grandes imperio, en este caso el español, se caen cuando la fuerza de sus gobernantes es inexistente, cuando (y esto es lo paradójico) los únicos que parecen apreciar, a su manera, lo que significa la honra y el valor son los individuos de lo más hondo del pozo social. Así, España dejó de ser en aquel momento el gran imperio que había sido, y ya nunca volvió a levantar cabeza (y así sigue, me temo), algo que cualquiera puede leer en un libro de historia.
Agustín Díaz Yanes se enfrentó, pues, a la titánica tarea de emprender el rodaje de una película histórica basada en un famosísimo libro. Comencé a leer críticas de la gente, nada más llegar a mi casa desde el cine. Y me ha sorprendido unas cuantas negativas. Yo reconozco que me gusta Arturo Pérez-Reverte. Me gustan sus libros, sus opiniones, su forma de expresar sus opiniones, y su manera de ver a la gente y a los lugares. Pese a ello intenté liberarme de mi subjetividad cuando fui a ver la película. Y lo que me encontré no me defraudó, en líneas generales. Lo más importante, la esencia, lo que realmente cuenta la película, me pareció inmejorable, esa decadencia, esos soldados dejados de la mano de Dios por quienes mandan sobre ellos, y que al final supieron mejor que nadie demostrar porqué España fue España durante 200 años.
Lo que las cinco (en total, va a haber siete) novelas hasta el momento publicadas nos relatan a través de los ojos de Alatriste e Íñigo es cómo un imperio cae, cómo los grandes imperio, en este caso el español, se caen cuando la fuerza de sus gobernantes es inexistente, cuando (y esto es lo paradójico) los únicos que parecen apreciar, a su manera, lo que significa la honra y el valor son los individuos de lo más hondo del pozo social. Así, España dejó de ser en aquel momento el gran imperio que había sido, y ya nunca volvió a levantar cabeza (y así sigue, me temo), algo que cualquiera puede leer en un libro de historia.
Agustín Díaz Yanes se enfrentó, pues, a la titánica tarea de emprender el rodaje de una película histórica basada en un famosísimo libro. Comencé a leer críticas de la gente, nada más llegar a mi casa desde el cine. Y me ha sorprendido unas cuantas negativas. Yo reconozco que me gusta Arturo Pérez-Reverte. Me gustan sus libros, sus opiniones, su forma de expresar sus opiniones, y su manera de ver a la gente y a los lugares. Pese a ello intenté liberarme de mi subjetividad cuando fui a ver la película. Y lo que me encontré no me defraudó, en líneas generales. Lo más importante, la esencia, lo que realmente cuenta la película, me pareció inmejorable, esa decadencia, esos soldados dejados de la mano de Dios por quienes mandan sobre ellos, y que al final supieron mejor que nadie demostrar porqué España fue España durante 200 años.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama.
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spoiler:
El guión ha condensado las cinco novelas escritas más las dos que están sin escribir, y ello es una tarea endemoniadamente difícil, y creo que el director ha sabido eliminar y conservar aquello que merecía la pena, a pesar de que a veces el ritmo resulta un poco lento para quien no se haya leído ni un sólo libro. Porque, al condensar cinco novelas repletas de peripecias y sucesos, se tiende a contar todo demasiado deprisa (como sucede en 15 minutos del primer tercio del filme, los de la escaramuza de los dos ingleses, a mi juicio el peor tramo del filme), y todo puede resultar lioso en nombres, personajes y situaciones, y me parece que en esos 15 minutos a Díaz Yanes se le fue un poco la mano. Pero después las cosas van más lentas y sosegadas, con largos diálogos y sugerente atmósfera, donde las aventuras se van sucediendo con más calma y mesura. Y así hasta el final. Qué final. De los mejores que he visto nunca.
El casting ha resultado ser muy positivo, con un Viggo Mortensen que se mete en su papel, ayudado por su físico, y cuyo acento extraño resulta muy adecuado (a pesar de lo que digan algunos) para la taciturnidad y oscuridad del personaje. Un 10 para Viggo. Los demás lo hacen de maravilla, la verdad, todos luciendo absolutamente creíbles sus personajes, siendo los mejores, a mi entender, Juan Echanove (impagable Quevedo), Eduard Fernández, Javier Cámara, Enrico Lo Verso, Unax Ugalde y Elena Anaya (guapísima y misteriosa). El punto negro lo pone Eduardo Noriega, ya que, si sus colegas desaparecen en sus personajes, cuando veía al personaje del conde, no veía al conde, sino a Eduardo Noriega actuando como un conde. A pesar de su esfuerzo, su conde de Guadalmedina es quizá el personaje peor construido de la película. Blanca Portillo da el pego con su papel masculino de Fray Emilio Bocanegra, y destacar el pequeño papel de Pilar López de Ayala.
Si el trabajo actual es casi redondo, el de fotografía, producción y música es redondo al 100%, con unos escenarios bellísimos de Úbeda, Cádiz, y demás, y la fotografía hace que ciertos planos parezcan cuadros de Velázquez (ese guiño a "La rendición de Breda") en movimiento, ayudado todo ello por la excelente caracterización de los actores, y la música de Roque Baños es perfecta para acompañar a las imágenes, destacando el tema que suena el final.
Tengo que decir que soy plenamente consciente que una película de estas características siempre tendrá a su grupo de admiradores, y a su grupo de detractores (y más teniendo en cuenta que Pérez-Reverte despierta pocas simpatías en algunas personas), cada uno de ellos con su puñado de razones. Yo pienso, con sus fallos de ritmo, de guión y de interpretación (Noriega), que la película es espléndida, mostrando con realismo y crudeza aquella época, cómo eran los que sostenían en sus brazos el imperio cada vez más frágil, y cómo morían por sus gobernantes ignorantes e incultos. Lo que viene a ser un fresco de por qué España es hoy lo que es.
El casting ha resultado ser muy positivo, con un Viggo Mortensen que se mete en su papel, ayudado por su físico, y cuyo acento extraño resulta muy adecuado (a pesar de lo que digan algunos) para la taciturnidad y oscuridad del personaje. Un 10 para Viggo. Los demás lo hacen de maravilla, la verdad, todos luciendo absolutamente creíbles sus personajes, siendo los mejores, a mi entender, Juan Echanove (impagable Quevedo), Eduard Fernández, Javier Cámara, Enrico Lo Verso, Unax Ugalde y Elena Anaya (guapísima y misteriosa). El punto negro lo pone Eduardo Noriega, ya que, si sus colegas desaparecen en sus personajes, cuando veía al personaje del conde, no veía al conde, sino a Eduardo Noriega actuando como un conde. A pesar de su esfuerzo, su conde de Guadalmedina es quizá el personaje peor construido de la película. Blanca Portillo da el pego con su papel masculino de Fray Emilio Bocanegra, y destacar el pequeño papel de Pilar López de Ayala.
Si el trabajo actual es casi redondo, el de fotografía, producción y música es redondo al 100%, con unos escenarios bellísimos de Úbeda, Cádiz, y demás, y la fotografía hace que ciertos planos parezcan cuadros de Velázquez (ese guiño a "La rendición de Breda") en movimiento, ayudado todo ello por la excelente caracterización de los actores, y la música de Roque Baños es perfecta para acompañar a las imágenes, destacando el tema que suena el final.
Tengo que decir que soy plenamente consciente que una película de estas características siempre tendrá a su grupo de admiradores, y a su grupo de detractores (y más teniendo en cuenta que Pérez-Reverte despierta pocas simpatías en algunas personas), cada uno de ellos con su puñado de razones. Yo pienso, con sus fallos de ritmo, de guión y de interpretación (Noriega), que la película es espléndida, mostrando con realismo y crudeza aquella época, cómo eran los que sostenían en sus brazos el imperio cada vez más frágil, y cómo morían por sus gobernantes ignorantes e incultos. Lo que viene a ser un fresco de por qué España es hoy lo que es.