A veces sucede que una película sin ser buena, sin ser especialmente interesante, te gusta, y no entiendes muy bien porqué, pero cuando la descubres en la televisión te quedas ambobada con esa media sonrisilla de saber lo que va a pasar. Pero a pesar de saberlo no te despegas del televisor.

Evidentemente "Operación elefante" no fue concebida para pelear en los oscars, ni siquiera para despertar sentimientos profundos en los espectadores, nació para entretener a un público principalmente infantil y a sus padres.

Se le puede tachar de previsible, de obvia, quizá de ñoña, pero no se puede negar que entretiene, y mucho.

Aún no he conseguido ver esta película sin esbozar una sonrisa, ni llegar a su final sin que una lágrima intente aflorar de mis ojos (antes que una mano evite ese momento por no sportar la vergüenza de llorar por una película así)

Con todo y con eso, yo seguiré disfrutando de ella cada vez que la repongan en la tele...